sábado, 30 de abril de 2011

Capitulo 18.


Capitulo 18:

Narra Emily:

Suspire levemente mientras descansaba sobre el pecho de Nicholas. Sentí su corazón, y sus manos acariciándome el cabello. En el aire flotaba un clima tan romántico. Todo estaba perfectamente bien. Tenia una sensación tan hermosa que nunca antes había sentido, que me invadía por completo. Había atravesado uno de los momentos más importantes de mi vida, junto al hombre indicado, el elegido, al que más amo en el mundo. Nunca me arrepentiría de todo esto.

-¿Cómo te sientes, linda? – Pregunto Nick en un susurro.

-Siento que soy la mujer más feliz del mundo. Y es por ti, mi amor. – Exprese con suma franqueza.

-Yo también lo soy. – Dijo. – Te amo tanto. – Acoto con ternura mientras me rodeaba con sus brazos y me hundía aun más en su pecho.

-También te amo. – Musite con dulzura.

Luego estiro un poco su brazo y tomo una caja no tan pequeña, entre sus manos. La misma estaba rodeaba por una cinta delicada, y al quitarla, podía abrirla y ver su contenido.

-Esta es otra sorpresa. – Dijo.

-¿Aun hay más? – Cuestione sorprendida. Y acto seguido el me entrego esa caja. Le quite la cinta que la rodeaba, y luego la tapa. Al observar lo que había ahí adentro, lo primero que halle fue una foto nuestra que nos habíamos tomado en su terraza. De fondo estaban las estrellas que iluminaban la noche ese día. Había otras fotografías más de diferentes ocasiones, todas muy bonitas. Luego hallé un pequeño trozo de la corteza de un árbol. Tenia grabado “Emily y Nick” Y recordé el día en que Nicholas lo escribió allí.

[Flash back]

Estábamos en una de las plazas de la ciudad. Descansando juntos, bajo un enorme árbol que nos proporcionaba una tranquilidad indescriptible. Nicholas se puso de pie y comenzó a buscar una péquela roca que sirviera para tallar nuestros nombres. Cuando la encontró, se acerco al árbol y lo hizo. “Emily y Nick”, escribió. Yo reí. Siempre quise que alguien hiciera eso. Me parecía tan dulce…

[Fin flashback]

-Recuerdo ese día. – Dije mientras seguía observando nuestros nombres tallados ahí. Luego lance una breve carcajada. Era tierno y gracioso que Nick lo haya quitado del árbol solo para regalármelo.

Luego hallé una cadenita. Me di cuenta que era una de las cuales el solía usar usualmente. Me la estaba entregando para que la llevara siempre conmigo. Y así sería.

-Linda, se que es un poco raro este regalo… pero son algunos recuerdos que quiero que conserves tu. – Explico el.

-¿Raro? Es el regalo más lindo que hay. – Dije

Y la verdad si lo era. Todas esas cosas tenían un gran significado para mí. Y las quería llevar conmigo siempre. Las fotos, la cadenita, el trozo de árbol… absolutamente todo. Y lo último que encontré allí adentro fue un pequeño papel que estaba escrito por Nicholas. “Nunca olvides cuanto te amo. Nick”. Eso era lo que decía ahí.

Narra Nick:

Había preparado todo eso para ella. Emily siempre me hacia sentir tan especial. Y como regalo le prepare todas esas cosas que definitivamente la hicieron feliz. Podía notarlo en su sonrisa que no se borraba en ningún momento. En ese momento, ella se quito uno de los brazaletes color plata que llevaba.

-No tuve tiempo de preparar nada para ti. – Dijo y rio. – Pero quiero que tú conserves esto siempre. – Expreso colocando el brazalete en mi muñeca.

-Gracias, nunca me lo voy a quitar. – Dije y le proporcione un breve beso en sus labios.

-Es muy importante para mi… fue una de las pocas cosas que me quedaron de mi madre. – Conto.

-Lo cuidare muy bien. Confías en mí. – Aseguré.

-Claro que confió en ti. – Contesto y regreso a besarme fugazmente.

Todos estos lindos momentos quedarían guardados para siempre en mi memoria. Ninguna otra mujer me hacia sentir de la misma manera que ella. Era lo mejor que tenia. Y nunca quería perderla.

jueves, 28 de abril de 2011

Capitulo 17.


Capitulo 17:

Narra Emily:

Al día siguiente desperté, y todo transcurrió con suma normalidad. Todo estaba un poco más tranquilo. Por la noche, Nicholas me dijo que me prepara, porque saldríamos a pasar un lindo momento. No tenia idea de lo que Nick tenia pensado, pero estaba muy ansiosa. Me duche, y al salir, me vestí lo más linda y delicada posible. Luego me maquille y me peine. Por ultimo me puse mi perfume favorito, y baje hacia el living, donde mi novio me esperaba con una amplia sonrisa al verme. El estaba hermoso. Llevaba una remera de vestir que le marcaba su torso a la perfección. Con tal solo acercarme un poco, podía percibir su fragancia masculina que lo irradiaba. No sabía hacia donde iríamos. Pero el saber que iba a estar con el, me aseguraba que sería una gran noche.

-¿A dónde iremos? – Pregunte con suma intriga.

-Es una sorpresa. – Respondió. – Tu solo ven conmigo. – Dijo suministrándome un breve beso en mis labios, y tomando mi mano.

Salimos hacia afuera, y me abrió la puerta de su coche para que entrara allí. Nicholas siempre era así de caballero. Para el era normal realizar ese tipo de actos. Comenzó a conducir. El iba feliz. Mientras me hablaba de que sería una hermosa noche, que había preparado miles de cosas solo para mí, y que no me preocupase porque esa noche nadie iba a molestarnos. Condujo cerca de media hora. Hasta que llegamos a una linda casa. Su aspecto era fantástico. Saco un juego de llaves de su bolsillo, y abrió la puerta.

-Conseguí esta casa solo para nosotros. – Dijo con picardía.

-Que lindo eres. – Respondí. – Necesito salir un poco del ambiente. – Cambie de tema.

Al abrir la puerta, observe el interior de la casa. Había una mesa para cenar totalmente preparada. La cena estaba allí arriba. También se hallaban velas encendidas. Me sorprendí al ver esto, y mi sonrisa no tardo en aparecer en mi rostro. Nicholas se puso silenciosamente detrás de mí y me quito el abrigo, colgándolo en un perchero cercano. Le agradecí el gesto. Y al instante me corrió la silla permitiéndome sentarme ahí.

-¿Qué te parece esta cena? – Preguntó.

-Me encanta Nick… es fantástico. – Dije sincera.

-Y esto es tan solo la primera parte. – Acoto. Insinuándome que todavía seguiría sorprendiéndome.

Puso un poco de comida en los platos, y sirvió la bebida. Todo estaba absolutamente delicioso. Mientras cenábamos hablábamos. Y las miradas que reflejaban la pasión de nuestro amor se cruzaban y se conectaban inseparablemente todo el tiempo. Al finalizar la cena, Nicholas me pidió un momento y se fue hacia una habitación. Cuando regreso, comenzó a hablarme.

-Tengo algo para ti. – Comunico. Y descubrí que entre sus manos sostenía una pequeña cajita.

-Ya quiero saber lo que es. – Dije con una sonrisa.

Nicholas abrió la caja con lentitud y reveló un precioso y delicado anillo con una pequeña piedrita brillosa como adorno. Era realmente muy hermoso. Mi rostro tomo una expresión de sorpresa. No me esperaba algo así.

Narra Nick:

Al abrir la caja los ojos de Emily adquirieron un brillo indescriptible. Sentí que me transmitía una especie de emoción. Se que no estaba pidiéndole matrimonio. Recién teníamos 17 y 18 años. Pero le estaba pidiendo que me recuerde siempre. Tomé su mano con suma delicadeza, y emprendí a colocarle el anillo suavemente. Cuando finalice, ella subió su mano hasta la altura de sus ojos, y observo la pequeña joya con los ojos húmedos.

-Mi amor es tan hermoso. Gracias. Muchas gracias. – Exclamo y al instante me abrazo con amor. Le correspondí el abrazo y la sostuve así unos minutos. Mientras disfrutaba el significativo momento.

-No tienes que agradecerme. Solo tienes que usarlo todos los días de tu vida. ¿Lo prometes? – Pregunté.

-Lo prometo, lindo. – Contesto verdadera.

Fue ahí cuando nuestros labios se acercaron y nuestras respiraciones comenzaron a mezclarse. La tenía a centímetros de mí. Sentí que su corazón palpitaba cada vez con más velocidad. Entonces no perdí más el tiempo y bese con pasión sus labios que me buscaban con la ansiedad de sentir los míos. Cuando baje otra vez al planeta tierra, me di cuenta que había rodeado mi cintura con sus piernas, y se sostenía abrazando mi cuello. La seguí besando mientras caminaba con ella hacia la habitación, hasta posarla con sutileza sobre la cama. Los besos no se detenían y cada vez eran con más pasión. Mi deseo de recorrer su cuerpo entero se había apoderado de mi mente… Comenzó a desabrochar uno por uno los botones de mi camisa, dejando mi torso desnudo. Entonces accedí a quitarle su vestido mientras la besaba. Recorría su piel con mis manos, y sentía la suavidad que esta tenia. Así seguíamos… mientras nos adentrábamos más en el mundo que estábamos descubriendo… dejándole en claro que era la mujer que más amaba en todo el mundo. La mujer de mi vida. La primera… y la ultima.

P/D: Perdón si mato a alguna. Lo digo por la foto. Jajaja.

domingo, 24 de abril de 2011

Capitulo 16.


Capitulo 16:

Narra Nick:

El día había transcurrido rápido. La cena ya había acabado, y cada uno iría a descansar. Mientras Emily acomodaba algunas cosas de la casa, subí a darme una ducha. Cuando salí, me di cuenta que ya no estaba dentro de casa. Había subido arriba, a la terraza. Estaba sentada en el mismo lugar donde nos besamos por primera vez. La observe y estaba de espaldas. No noto mi presencia al principio, pero luego me senté a su lado y me regalo una leve sonrisa. Tenía los ojos húmedos, como si hubiese terminado de llorar, y todavía quedaba alguna que otra lagrima recorriendo sus mejillas. Le acaricie el rostro con delicadeza. Y la mire fijo.

-¿Qué sucede, linda? – Pregunté.

-Nada Nick. Cosas tontas. – Respondió.

-Nada de lo que te pasa es tonto. Vamos, dime Emily. – Dije.

-Sigo asustada por todo lo que paso y lo que esta pasando, Nick. Es solo eso. Nada importante. - Contó.

Me dio un poco de ternura escucharla decir que estaba asustada y tenia miedo. Pero era entendible que se sintiera así, después de todo lo que había vivido y lo lastimada que estaba.

-Entiendo que tengas miedo… pero no puedes dejar que te gane. Eres una chica muy fuerte, sabes. Pasaste por muchas cosas y sigues de pie. – Exclame mientras tomaba su mano. – Además yo estoy aquí para cuidarte. – Dije.

-¿Puedes prometerme algo? – Preguntó.

-Claro que si. Pide lo que quieras. – Conteste seguro.

-Prométeme que nunca me dejaras sola. - Pidió con dulzura. Yo la mire a los ojos y sonreí.

-Jamás voy a dejarte, linda. Te lo prometo. – Aseguré. Y la bese con sutileza.

Y realmente lo sentía así. No quería moverme de su lado nunca más. Jamás la dejaría sola. Era la única razón por la cual seguía de pie, y pensaba en un futuro. Quería llenarla de alegrías y hacerla lo más feliz posible. Vivir juntos y pasar buenos momentos. Era lo único que mantenía mis esperanzas por seguir luchando.

-¿Tú estas bien? – Preguntó.

-Si… estoy bien. Pero ahora recordé que tengo que aclararte algo. – Mencione.

-Claro, te escucho amor. – Dijo ella y se acerco un poco más hacia mí.

-Sobre lo que paso con Ludwig… tu me conoces, no soy una persona violente ¿sabes? Soy incapaz de matar a alguien. Pero me dio tanta bronca lo que te hizo. Tenia que hacer algo. – Aclaré.

-Se como eres, Nick. Y has hecho demasiadas cosas por mí. Siempre voy a darte las gracias por todo. – Exclamo y acaricio mi rostro.

-Gracias a ti por estar conmigo. – Dije.

Narra Emily:

Era tan hermoso sentir la compañía incondicional de Nick, y oír decir todas esas lindas palabras. Deseaba pasar el resto de mi vida con el. Era el hombre más maravilloso que había conocido. Luego de platicar un poco allí, decidimos volver a dentro, hacia frio y el sueño se apoderaba de nosotros. Nicholas noto que caminaba con un poco de dificultades, ya que tenía mi pierna golpeada. Y antes de que intentara bajar las escaleras, me cargo en sus brazos.

-Nicholas, no tienes que hacerlo. – Dije un poco avergonzada.

-Si, no puedes bajar sola, así que te ayudo, y no se habla más del tema. – Expreso y sonrió.- Pero si quieres devolverme el favor, permíteme dormir contigo esta noche. – Pidió sonrojado.

-No tienes que pedírmelo. – Respondí y sonreí tímidamente.

Entramos a mi cuarto, y se acostó a mi lado. Podía sentir el calor que me transmitía su cuerpo a la perfección. Sus manos me acariciaban, al mismo tiempo que abrazaban mi cuerpo.

-Te amo mucho. – Susurro Nicholas a mi oído.

-Yo también te amo. – Conteste sincera.

Cerré los ojos. Con el a mi lado la noche sería en paz. Era tan bonito sentirlo ahí todo el tiempo, escuchar el palpitar de su corazón, y oír el sumiso sonido que producía su serena respiración.

Muchas gracias a todas por leer y comentar. ¡FELICES PASCUAS! :]

viernes, 22 de abril de 2011

Capitulo 15


Capitulo 15:

Narra Nick:

No quería dejar ir así a Ludwig. Pero la realidad era que ya no podía hacer más nada. Era un de ellos, por lo tanto, llevarlo a la cárcel sería exactamente lo mismo que dejarlo ir. Por un momento pensé en disparar el arma. Pero luego reaccione, y me di cuenta de que era lo peor que podía hacer. Las cosas en la vida vuelven. Y a el le tocaría vivir cosas peores de las que hizo. Quien sabe que cosas. Mis hermanos y mi novia me salvaron de cometer una locura.

-¿Ya estas tranquilo? – Preguntó Joe. – Casi lo matas a golpes. No sé como hizo para irse corriendo. – Dijo Joseph largando una breve carcajada. Para el todo era gracioso.

Di un corto suspiro y respondí. – Debería haberlo matado. Todavía no me desquite por completo. – Exprese.

-No te preocupes más. Ahora solo ocúpate de cuidar a tu novia. ¿Entendido? – Exclamo Kevin como si estuviera dándome una orden. Yo asentí.

-Chicos vayan ya. Yo me iré con ella. – Dije. Joe y Kevin se despidieron de nosotros, y se fueron hacia casa. Ella me sonrió y subió a mi coche. Luego ascendí yo, y comencé a conducir hacia casa.

Narra Emily:

Ya no llevaba conmigo aquella sensación de tranquilidad, que se produjo a causa de saber que Nick estaba a punto de cometer una locura. Afortunadamente llegamos a tiempo, y no lo hizo. Ahora lo único que quería era regresar a casa, estar tranquila, y descansar con Nicholas. Aunque no se si podría. Todo esta muy alterado últimamente. Queda poca gente en el pueblo. Si sales a la calle no ves más que al ejército preparándose para luchar. Las salidas están cerradas y es muy difícil escapar. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿Qué es lo que sigue? ¿Qué haremos? Esas y otras dudas no hacen más que revolotear en mi mente todo el tiempo. Se que Kevin finge ser uno de ellos, y esta infiltrado en el equipo contrario… pero realmente ¿Cuánto podrá durar eso? Con todo lo que sucedió, se que Ludwig lo delatara… tarde o temprano.

Llegamos a casa y bajamos del auto. Joe y Kevin ya estaban allí. La comida estaba lista. Algo raro porque ninguno de los tres cocinaba con gusto. Pero esta vez Joseph se había empeñado a realizar una buena comida. Y mal no le fue. Dijo que lo hizo por mí, porque quería que estuviera bien. La verdad es que me sentía mimada y protegida en esa casa. Estaban pendientes de mí, de que tuviera todo lo necesario, estuviera cómoda y conforme. Era linda toda esa contención que me brindaban.

-Y Kevin… ¿Cómo seguirá todo esto? – Pregunto Nick durante la cena.

-Realmente no lo sé Nicholas. Ahí que esperar a ver como se dan las cosas… quiero sacarlos a todos de acá lo más rápido posible. – Dijo.

Kevin era como el jefe en la casa. Constantemente indicaba lo que había que hacer, porque era muy inteligente, y siempre tenía la primicia. Cuidaba de todos. De sus hermanos, y de mí. Ya que me consideraba como su hermana menor.

-¿Qué va a pasar con Ludwig? – Cuestiono Joe.

-No lo sé, tampoco. Espero que por el momento no hable. Aunque no creo que aparezca, se fue totalmente asustado luego de que tú lo golpearas, Nick. – Expreso Kevin con seguridad.

-Todavía sigo impresionado. – Dijo Joseph en tono de broma.

-¿Por qué dices eso? ¿No confiabas en mi fuerza? – Respondió Nick.

-Pensé que eras débil, hermanito. Cuando luchamos siempre gano yo. – Menciono Joe y luego rio burlándose de Nick.

-Ok. Eso fue antes. ¿Quieres ver quien gana ahora? – Lo desafío.

-No te tengo miedo. – Contesto Joseph y volvió a reír.

-Ya chicos, no pelen. – Ordeno Kevin. – La comida se enfría. – Concluyo.

Yo solo reía en silencio. Era graciosa la reacción de Nicholas ante las burlas de Joseph. Y sin pensarlo, alegraban un poco el día. Le daban un color de alegría a los peores tiempos. Aunque se aproximaba una guerra, y el peligro cada vez era más propenso, y se acercaba dando horrorosas señales, nosotros intentábamos buscar hasta los más insignificantes momentos, para traer un poco de felicidad, y no hundirnos entre la oscuridad y los sucesos espantosos que se aproximaban. Y aunque sea el momento más pequeño, cada minuto de felicidad se convierte en uno de los tesoros más valiosos de nuestras vidas.

miércoles, 20 de abril de 2011

Capitulo 14: Nuestro amor nos iluminara.


Capitulo 14:

Narra Nick:

Amanecí a su lado. Ella todavía se mantenía durmiendo. Así que me levante con delicadeza, evitando interrumpir su sueño, y me fui a mi habitación. Me duche, y me vestí. Ya estaba más tranquilo porque Emily estaba en casa. Pero la impotencia seguía dentro de mí, no podía irse. Tenía que hacer algo. No iba a permitir que Ludwig siguiera su vida normalmente luego de hacer tanto daño a una joven mujer. Ella había quedado en el medio de algo totalmente horrible y desagradable. Baje a la cocina, y estaba Joseph. Que me dio una palmada de aliento en la espalda.

-¿Como estás, hermano? – Cuestiono.

-Mal – Respondí con seguridad. – Voy a matar a tu amiguito. – Dije con sarcasmo.

-Ya no es mi amigo. Que no se le ocurra acercarse a esta casa. – Expreso Joe enojado.

-Voy a ir a buscarlo. – Dije. – Y cuando lo encuentre lo mato. – Exclame con total seguridad.

Di media vuelta y seguí mi camino hacia el sótano. Ya había pensado lo que haría. Busque allí un revolver que tenía unas pocas balas. No sé si lo mataría, pero al menos quería asustarlo. Volví adentro de casa y Joe cuestiono otra vez lo que estaba haciendo. Solo que el no sabía que yo llevaba un arma.

Le pedí otra vez que por favor no se despegara un minuto del lado de Emily hasta que yo regresará. Entré a mi auto, y comencé a conducir hasta el barrio de Ludwig. Di un par de vueltas por la zona. Estaba casi despoblado. Había unas pocas casas, muy alejadas unas de las otras. Seguí conduciendo hasta que lo vi. Me detuve con el auto justo frente a el, estropeándole el camino. El miro confuso lo que estaba sucediendo. Claro, el idiota no se imaginaba que yo era capaz de matarlo. Pero al menos se lo había advertido en varias ocasiones.

-¿Qué pasa ahora? – Dijo mirándome extrañado.

-Ok. ¿No recuerdas lo que hiciste, imbécil? – Dije. – Te lo advertí. – Acoté.

-¿Qué vas hacer? ¿Vas a matarme? – Cuestiono. – Solo porque le di unos golpes a la estúpida de tu novia. – Dijo con tanta ironía. – Ella me sedujo y me quiso llevar a… - Comenzó a hablar pero lo interrumpí golpeándolo con fuerzas en la cara. El reacciono con rapidez y me empujo violentamente. Pero me defendí a la perfección. El quedo tendido en el piso mientras lo continuaba golpeando.

Narra Emily:

Cuando abrí los ojos sentí que afuera estaba lloviendo y vi que Nicholas ya no estaba a mi lado. Y Joseph se hallaba sentado en un sillón de mi habitación, jugando con su teléfono celular. Una extraña confusión invadió mi mente. Pero lo pensé un minuto y creo que me di cuenta a donde había ido Nick. Solo faltaba que Joe me lo confirmara.

-¿Joe donde esta Nick? –Pregunte un tanto alterada.

-Ya vuelve… salió a arreglar un asunto. Regresará en seguida. – Dijo.

-No Joe. Creo saber a donde fue. No me mientas. ¿Fue a buscar a Ludwig? ¿No? – Dije con precisión.

Antes de que Joe pudiera continuar, Kevin interrumpió un poco alterado la conversación. Tenía en su cara un gesto un poco preocupado.

-Chicos… Nick se llevo el arma que había en el sótano. – Señaló con mucha preocupación.

-¿Qué? ¡Va a cometer una locura! – Acotó Joe con los ojos en grande.

-¡Hay que ir a buscarlo! – Exclame apresurada.

Me acomode lo más rápido que pude. En un abrir y cerrar de ojos. Al instante subimos al auto de Kevin. Ellos sabían que Nick estaba en el barrio donde vivía Ludwig. Kev condujo hasta allí casi al máximo de velocidad, pero cuidadosamente. Mi corazón palpitaba rápidamente, no quería que Nicholas arruinara su vida matando a un idiota como Ludwig. Aunque no estaba segura de que el pensará asesinarlo.

Cuando llegamos nos tomo unos pocos minutos encontrarlos. Ludwig estaba totalmente golpeado. Pero podía sostenerse de pie. Y Nicholas le apuntaba con un arma y lo miraba con disputa. Baje del auto y vociferé que no lo hiciera.

-Nick ¡No lo hagas! – Grité.

-¿Ves? Tu novia me esta defendiendo. – Dijo Ludwig haciendo enfurecer aun más a Nick.

-¡Cállate! – Exclamo Nicholas dirigiéndose a Ludwig.

-Nick no lo digo por Ludwig. Lo digo por ti. No arruines tu vida por un idiota como este. – Dije.

El momento se quedo tildado por un segundo. Nicholas miraba fijamente a Ludwig con la intención de dispararle. Y yo solo pedía que no lo hiciera. Kevin se acerco con cautela a la espalda de Nick. Y sin previo aviso le quito con precaución el arma de sus manos.

-Vamos a casa hermano. No iba a permitir que arruinaras tu vida. – Dijo. Se que Nicholas lo entendía. Mientras tanto, Ludwig había desaparecido en un nanosegundo de aquel lugar, y yo corrí a abrazar a mi novio. Estaba casi en shock por lo que había sucedido.

-Ni yo creo lo que estaba a punto de hacer. – Dijo. – Pero me duele de sobre manera verte así. No estuve para defenderte en aquel momento. Yo prometí cuidarte y no lo hice. – Expreso con dolor.- Quiero verte mejor, como sea. – Concluyo. Mientras se quitaba su campera y me cubría con ella.

-Lo sé, Nick. Y cuando estoy contigo me siento mucho mejor. Eres lo único que necesito para estar bien. – Exclame con ternura.

-Vamos a casa linda. Tienes que descansar, y en vez de ayudarte lo único que hago es preocuparte aun más. – Dijo. Yo lance una leve carcajada y Nicholas sonrió.

-Te amo, y quiero que lo sepas. – Expreso.

Regresé a abrazarlo nuevamente y me beso recorriendo mis labios. Después de aquella horrible situación, y todo lo sufrido, algo hermoso alumbraba el camino… nuestro amor.

martes, 19 de abril de 2011

Capitulo 13: Solo nosotros.


Capitulo 13:

Narra Nick:

Me encontraba en mi casa, frente a la puerta de su habitación. No entré apresuradamente, porque no quería incomodarla en absoluto. Entonces golpee la puerta unas dos veces. Y hablé.

-Emily ¿estas ahí? – Pregunté. – Soy Nick. ¿Puedo verte? – Insistí.

-Si Nick. Estoy aquí. ¿Puedes esperar un segundo? – La escuche hablar débilmente detrás de la puerta.

-Claro que si. – Contesté.

Estuve detrás de la puerta al menos unos cinco minutos. Ella no tardo mucho en permitirme el paso a su habitación. Abrí la puerta con cautela, y ahí estaba ella. Cuando la observe sentí un súbito dolor en mi pecho, y una impotencia terrible que me invadía completamente. No podía evitar cuestionarme porque no estuve para protegerla de aquel ser siniestro. Se acerco a mi casi desesperada y se hundió en mi pecho mientras la rodeaba con mis brazos con fuerza. Otra vez la tenía conmigo. Sentí que ahora lloraba, y no pude evitar derramar una que otra lágrima que recorrió mi rostro con prisa.

-Perdón Emily. Perdóname por favor. – Rogué con dolor.

-Nick, tu no tienes que pedirme perdón por nada. – Dijo quitándose algunas lágrimas.

-Emily si. Debería haber estado para defenderte de ese idiota. Perdóname, no puedo verte así sin sentirme culpable. – Dije.

-Nicholas tu no tienes la culpa de nada. No tienes que pedirme perdón. Solo quiero que ahora te quedes conmigo. – Expreso y note como sus ojos comenzaban otra vez a derramar lágrimas.

-Siempre voy a estar contigo. – Aseguré. Y volví a rodearla con mis brazos.

Era inevitable no sentir culpa. Aunque ella me pidiera que no me sintiera de esa manera, no podía hacerlo. Ahora lo único que quería hacer era quedarme con ella todo el tiempo y cuidarla. Además de matar al estúpido de Ludwig, por supuesto.

Narra Emily:

Mi cuerpo dejo de temblar cuando sentí los brazos de Nicholas que me sujetaban con firmeza, el miedo desapareció por completo cuando me hundí en su pecho, en un cálido abrazo, y escuche su voz. Ahora había recuperado un poco mi estabilidad. Aun las heridas seguían doliendo, pero pronto van a desaparecer, y solo quedaran pequeñas cicatrices que casi no podre verlas.

Nicholas me proporciono un delicado beso en mis labios, y volví a sentir su sabor. No quería volver a separarme de el. Me acosté en mi cama, necesitaba descansar un poco. Mientras Nicholas bajo a buscar algo para comer, y un poco de agua. Al instante Joseph apareció en mi habitación. El se desconcertó totalmente al ver mi estado.

-¿Ludwig te hizo esto? – Pregunto sorprendido.

Yo asentí. No quería recordar todo lo que había sufrido aquel día. – Fue horrible, Joe. – Conté con demasiada brevedad. El me abrazo. Y unos segundos después Nick regreso a la habitación con una bandeja repleta de comida.

-Lo siento, Emily. Eres mi amiga, me duele verte así. – Dijo Joseph. – Si no hubiera sido tan ciego, nada de esto hubiera ocurrido. Yo confiaba en Ludwig. – Expreso.

Nick se sentó a mi lado. Y me dio un beso en la mejilla.

-Chicos, ninguno tiene la culpa de esto. Solo Ludwig. Entiéndanlo. – Insistí. Odiaba que pensaran que ellos eran culpables de lo que me sucedió.

Antes de que pudiéramos seguir hablando, Kevin subió, y se sentó junto a nosotros. Noté que los ojos se le humedecían al observarme. Se acerco, y me abrazo al igual que lo había hecho Joe. Ahora sentía una extrema y linda contención por parte de los tres. Estaba a salvo.

-¿Qué fue exactamente lo que paso? – Pregunto Nick. Mi cara cambio de expresión cuando oí la pregunta. – Lo siento, linda. No importa si no quieres hablar ahora. – Acotó.

-No, no. Ustedes tienen que saberlo. – Dije. Di un penetrante suspiro, y comencé a narrar lo que había ocurrido con Ludwig. Cada vez que recordaba un golpe, sentía una fuere punzada en mi pecho, me hacia tanto daño recordar todo eso. Tanto así, que termine llorando.

-Tranquila. – Susurro Nick al mismo tiempo que me acomodaba sobre su pecho. – Ya paso, mi amor. Estás conmigo ahora. – Dijo con tanta dulzura que me hizo aferrarme más aun a el. Antes de cerrar mis ojos y perderme en el perfume de Nicholas, noté que Joe y Kevin se habían retirado de ahí. Solo estábamos nosotros dos.

lunes, 18 de abril de 2011

Capitulo 12: Aquí estas.


Capitulo 12:

Narra Emily:

Ludwig subió al auto y me observo como si sospechase de mi. Como si supiera que yo había utilizado su teléfono. Tomo su celular entre sus manos, y acto seguido se fijo en el registro de llamadas. Afortunadamente yo había borrado mi llamada anteriormente. Lo dejo a donde estaba y hablo.

-¿Segura que no lo usaste? - Preguntó.

-No... yo no lo use. Ni siquiera note que lo habías dejado. - Mentí.

-Espero que sea cierto. - Dijo. -Pero no iremos a mi casa, iremos a otro lado. - Manifestó.

No respondí. Solo pensaba como me salvaría a mi misma. Ahora Nicholas no sabia donde estaría, no podría encontrarme. Ni siquiera yo sabía a donde iríamos. Anduvimos en su auto al menos 20 minutos. Hasta llegar a una casa rodeada de arboles. Daba el aspecto de una acogedora cabaña. Pero solo si ibas con la persona indicada. Con Ludwig nada era cálido. Bajamos del auto e ingresamos a la casa. No había mucha comunicación con Ludwig, es decir, siempre manteníamos un silencio incomodo. Algo que era más que obvio, porque me traía junto a el obligadamente.

-¿Qué quieres hacer? - Pregunto ilógicamente.

-Nada. Aquí nada. Quiero irme a casa. - Respondí.

-Es una lastima. Espero que disfrutes un poco más mi compañía, porque esta noche será sensacional. - Dijo con una perversa sonrisa en su rostro.

¿Qué quería de mi? Este tipo estaba realmente loco. Me daba asco, era totalmente repugnante. No quería escuchar su voz porque no lo toleraba, hasta escuchar su insignificante respiración me molestaba de sobremanera. Quería gritar y ordenarle que me dejara salir de allí, pero se que solo empeoraría las cosas. Tenía que planear algo para escapar, alguna idea debía surgir en mi cabeza. Ya se aproximaba la noche, y note que Ludwig estaba preparando una cena. La mesa estaba decorada con velas como si fuera una sita romántica. Me daba nauseas tan solo pensar lo que quería hacer esa noche. Pero nada de eso ocurrió.

Cuando terminamos de cenar, subimos a la habitación y Ludwig me arrincono en una de las paredes, con la intención de besarme y recorrer mi cuerpo. Lo evite por completo, empujándolo con todas mis fuerzas hacia el suelo. El se levanto de inmediato y me jalo brutalmente de mi cabello. Eso si que dolió. Pero no iba dejar de luchar, debía mantenerme fuerte y escapar de las garras de Ludwig. Por ultimo forcejeamos un poco, y en uno de sus descuidos, lo golpe en la cabeza con un objeto pesado que hallé a primera vista. Sinceramente, no sabía si lo había matado o tan solo había sido un desmayo. Pero no pensé en eso demasiado. Salí corriendo velozmente, hacia afuera. Estaba un poco perdida al principio, pero seguí una sola dirección, que estaba segura que me llevaría al pueblo. No sé de donde sacaba tantas fuerzas para seguir de pie y caminando. Me dolía todo el cuerpo, y mi rostro tenía algunas heridas derramando sangre, que se mezclaban con las lagrimas de mis ojos. Estaba alterada, debilitada, y temblaba. No podía hablar.

Cuando llegue a casa de los Jonas, golpee al menos tres veces la puerta. Y Kevin abrió. Me miro muy sorprendido al verme así, en ese estado tan lastimoso, y lo primero que hizo fue ofrecerme su ayuda.

-¿Emily que te paso? Déjame ayudarte. - Dijo.

-Puedo pasar al baño, por favor. - Pedí.

-Oh, claro que si. Entra rápido. - Respondió. - Nick no esta... salió a buscarte junto a Joe. - Contó.

Yo escuche lo que decía, pero no le conteste. Subí lentamente las escaleras, entre al baño, y me miré al espejo. Tenía mi rostro totalmente lastimado. Casi que no podía reconocerme. Encendí la ducha, me quite la ropa y me metí bajo el agua. Al menos esto relajo un poco mis músculos que estaban totalmente tensos por la situación. Cuando termine, me puse mi bata, y de inmediato me dirigí a mi habitación a vestirme. Mi corazón ya había dejado de palpitar con tanta prisa, y el temor que me atormentaba hace unas horas, y estaba más calmo.

Narra Nick:

Llegamos a casa junto a Joe, sin nada, sin ninguna pista sobre el paradero de Emily. Ya no sabía por donde buscar. Habíamos recorrido casi toda la ciudad, y no estaba por ningún lado. Ni Ludwig, ni ella. Cuando entramos, Kevin estaba sentado, pero se lo notaba intranquilo, y ansiosos por vernos. Percibí que tenía algo para decirnos, pues estaba un poco nervioso. Se acerco hacia nosotros y comenzó a hablar.

-Nick, Emily esta aquí. - Dijo.

-¿Qué? ¿Cómo esta? ¿A dónde esta? - Cuestione.

-Espera, tranquilízate. Llego hace unos 20 minutos, no sé que le ocurrió, estaba lastimada, no me dijo nada. Solo quiso ir a ducharse, debe estar en su cuarto ahora. - Contó con tristeza.

Lo mire desconcertado. No podía creer que Ludwig la había lastimado. No espere un segundo más y subí con velocidad a verla. Pero la puerta de su habitación se encontraba cerrada. No quería molestarla, pero quería saber ahora mismo que le había sucedido, y verla.

martes, 12 de abril de 2011

Capitulo 11: Miedos.


Capitulo 11:

Narra Nick:

Baje alterado a buscar a Joseph. Pero antes revise el cuarto de Emily, y note que faltaban muchas de sus cosas, incluyendo ropa. No comprendía porque había decidido irse con el, y no iba a detenerme hasta averiguarlo. Me aproxime a Joseph, que lo primero que hizo fue intentar calmarme un poco. Pero no lo logro. Estaba realmente intranquilo y muy preocupado.

-Joe. ¿Tienes el teléfono de tu amiguito? - Pregunte.

-¿De Ludwig? Si, lo tengo. - Respondió. - ¿Para que lo quieres? - Cuestiono.

-Necesito llamarlo. Se fu con Emily, no entiendo nada, quiero hablar con el. - Dije.

-Ok. Aquí esta. - Exclamo y anoto en un papel el número telefónico.

Lo marque en mi celular, y lo llame de inmediato. Al primer llamado no atendió. Luego insistí y finalmente escuche la voz del idiota de Ludwig. No lo soportaba. El dijo que estaba muy bien con Emily, y que la estaba llevando a un lugar muy seguro. Hablé con ella para comprobar que era cierto, y dijo con la voz un poco temblorosa que todo estaba bien. Pero yo seguía inseguro, dudando. Pero ¿Qué podía hacer ahora? Deje el celular sobre la mesa de la cocina y otra vez subí a mi habitación. Prefería no hablar con nadie. Me sentí engañado, tenía mucha impotencia en mí. Mientras yo arriesgaba mi vida por ella, y pasaba toda una noche en esa maldita celda, ella se iba con Ludwig dejándome solo, sin ni siquiera despedirse. Era un acto demasiado extraño, y seguía aun sin comprenderlo. Todo había cambiando en tan solo una corta noche. En la casa solo estábamos Joe y yo. Kevin no llegaba todavía. Joseph me llamo para cenar, pero no tenía hambre, así que no comí. Luego de unas horas, en la madrugada mi hermano mayor llego a casa. Estaba un poco alterado, tenía algo para decirme. Me acerque a el con prisa, me daba curiosidad lo que tenia para comunicarme. Joseph estaba junto a nosotros también.

-¿Qué ocurre Kev? - Pregunte preocupado.

-Me enteré algo sobre Ludwig. Algo malo. - Dijo. Y mi corazón se paralizo un segundo.

-Dilo Kevin. ¿Qué hizo ahora? - Exclame con un poco de temor.

-Es uno de ellos. - Revelo. - Lo supe hoy... fue hablar con el jefe de allí hace una hora. - Contó.

-¡Lo sabía! Lo odio, lo voy a matar. - Exprese. Me enoje tanto que le di una patada a una de las silla que estaba frente a mí.

-Nick... espera, no te alteres. - Dijo Joseph intentando calmarme.

-¿Qué no me altere? Joe, tu amiguito se llevo a Emily. ¿No entiendes? Le puede pasar cualquier cosa... ¡Cualquier cosa! - Exclame totalmente furioso.

-La vamos a buscar. Nick... yo hare lo que sea para averiguar a donde esta. - Propuso Kevin.

Todas mis suposiciones se comprobaban. Siempre había sospechado de Ludwig, sabia que escondía algo. Ahora el problema era saber donde estaba con Emily. Y lo que más me preocupaba era si el le había echo algo malo. Estaba un poco obsesionado con ella. Pero yo no tenia la más mínima idea para resolver todo esto.

Narra Emily:

Ludwig dijo que iríamos a su casa. No sabía exactamente donde quedaba, pero si que estaba casi fuera del pueblo. Estaciono el auto frente a un negocio, y bajo a comprar algo. Cerro el auto y se alejo de el entrando al pequeño mercado. Mire hacia afuera por el vidrio de la puerta, pero no había gente cerca. No tenía opción. Debía quedarme allí. Luego vi su teléfono celular... lo había olvidado. Lo tome rápidamente entre mis manos, y llame a Nicholas. Era al único que podía pedirle ayuda. El atendió la llamada de inmediato.

-Hola. ¿Ludwig? - Dijo con un tono de voz firme y seria.

-Nick... mi amor soy yo, soy Emily. - Dije con las lágrimas que amenazaban con derramarse producto de oír la voz de Nicholas.

-Linda ¿te encuentras bien? - Pregunto con preocupación.

-Si... si estoy bien. Sabes... yo no quise dejarte Nick... el.. - Quise seguir hablando pero el me interrumpió.

-Lo sé Emily. Se la verdad, el es uno de ellos. Necesito que me digas a donde estas. Tranquila. - Exclamo.

-Solo sé que iremos a su casa... solo eso. - Conté.- Pero cuidado Nick, dijo que va a matarte, no hagas nada que te pongo en peligro. - Advertí.

-Tranquila linda... voy a ir a buscarte y te voy a traer otra vez conmigo. - Expreso.

-Debo dejarte... ahí viene... te amo. - Me despedí.

-Te amo también. - Dijo por última vez y concluí la llamada.

Mi corazón estaba palpitando a toda velocidad. Veía a Ludwig acercarse, y borre de inmediato el registro de aquella llamada. El no podía enterarse. Tenía miedo de que le hiciera algo malo a Nicholas. Era lo que más me preocupaba. Me tenía amenazada con eso. Ludwig me observo con la mirada amenazante. Enseguida di media vuelta y atine a mirar hacia afuera. No soportaba tenerlo ahí.

Hola!! Les quería decir que estoy muy contenta, por todos los comentarios re lindos que me dejan en twitter, y acá. La verdad me dan más energías para seguir con esta novela. Gracias a todas :)

lunes, 11 de abril de 2011

Capitulo 10: Misterios.


Capitulo 10:

Narra Nick:

Lo mire a Kevin con la mirada confundida, y un millón de dudas que recorrían mi cabeza en ese instante. Me hizo un gesto para que hablase en voz baja. Volví a insistir con mi pregunta y finalmente contesto.

-¡Kevin! ¿tu nos delataste? – Pregunté desconcertado.

-Baja el tono de voz, Nicholas. No desconfíes de mi, te lo ruego. Soy tu hermano, tienes que saber que jamás te pondría en peligro, ni a ti, ni a quien tu amas. – Contesto y sentí su sinceridad.

-¿Entonces que haces aquí? – Insistí confundido.

-Mira, me ofrecieron trabajar como guardia aquí. Y yo acepte, solo para tener información sobre lo que sucederá, y poder protegerlos a todos. – Contó.

-Es algo razonable. – Pensé. – Pero entonces… ¿Quién nos delato? – Cuestione.

-No lo sé. Estoy intentando averiguar eso.- Respondió.

Platicamos unos segundos más, y luego me dejo en libertad. Mientras iba a casa, pensaba en todo lo que estaba ocurriendo. Era realmente grave. Afortunadamente, mis padres y mi pequeño hermano abandonaron esta ciudad hace dos años atrás. No quisiera que ellos pasen por esto también. Todo esto recién comenzaba, y nadie podía percibir lo que iba a suceder, lo único que sabia es que serian cosas horribles. Lo único que me mantenía fuerte, y por lo cual llegaría con una sonrisa a casa, es porque vería a mi chica, a Emily. De seguro estaría allí, esperándome. Faltaban tan solo unas pocas cuadras. Acelere un poco mi paso al caminar, y finalmente llegue a mi vivienda. Abrí la puerta, y ahí estaba Joseph, sentado, mirando la televisión como siempre lo hacia. Lo salude y le agradecí todo lo que había echo por mi. Rápidamente le pregunte por Emily, pero no me agrado en absoluto lo que dijo. Al parecer ella había salido a dar un paso con Ludwig. Si... ¡Con el! ¿Podría haber ido con Joe, no? Ella sabia que destetaba a ese chico, y justamente con el fue a dar un paseo. Me enoje seriamente, y sin decir más nada, subí a mi cuarto a darme una ducha. Termine de asearme, me vestí, y baje a preparar algo para comer. Calme mi apetito, y luego fui a hablar con Joseph.

-Bueno.. ya sabes lo de Kevin ¿no? - Dije.

-Si, lo sé, me lo dijo anoche. - Contó. - Tiene todo calculado. Esta muy bien haciendo lo que hace. Tenemos más seguridad. - Afirmo con certeza.

-Si, la verdad lo estuve pensando un poco, y esta vez Kevin pensó muy bien. - Exprese. - Pero hay algo que me da vueltas en la cabeza ahora. - Acoté.

-Es Emily ¿No? - Dijo mi hermano adivinando de que se trataba.

-Si... es que es muy raro. No entiendo. ¿Por qué salió con Ludwig? - Dije entre dudas. - ¿La notaste bien cuando se iba? - Volví a cuestionar.

-Hermano, no puedo mentirte. Te diré la verdad. - Dijo y lo mire desconcertado.

-¿A que te refieres con eso? - Cuestione confundido. Realmente no sabia de que se trataba.

-Emily anoche sufrió una crisis. No sé exactamente lo que sucedió. Pero la encontré con heridas en su rostro... no quería hablar. Al parecer ella misma se lastimo. - Contó cautelosamente.

-¿Joseph que diablos fue lo que ocurrió? ¿Hasta cuando me lo ibas a ocultar? Es MI novia, debí saberlo antes que nadie. - Dije totalmente irritado.

-Lo que te dije. La ayude, y la deje descansar. Hoy amaneció, y dijo que quería ir a dar un pase con Ludwig para tomar un poco de aire... y se fue. - Concluyo.- Nick espera... no te enojes así conmigo... - Dijo Joe tratando de detenerme.

Pero subí con velocidad las escaleras, y me encerré en mi habitación empujando brutamente la puerta. El ruido retumbo en toda la fría casa. La verdad es que no sabia como reaccionar ni como rayos manejar la situación. ¿Por qué ella había decidido irse con Ludwig? No lo comprendía. Luego encontré algo, que hizo que mis dudas se triplicaran aun más, y que mi cabeza explotara de tanto pensar y suponer cosas. Halle un papel, algo así como una carta, escrita por Emily. Tenia la fecha de hoy. Lo leí sin perder detalles y decía así:

"Nick lo siento. Ludwig dijo que puede sacarme de aquí, y llevarme a un lugar mejor. Me di cuenta que es fantástico. No es malo como nosotros pensábamos. No trates de buscarme, yo estaré bien."

Emily.

Lo sostuve en mi mano y en un nanosegundo lo apreté con fuerzas dentro de mi puño, deformando por completo aquel papel. Realmente... ¿Qué ocurría?

Narra Emily:

[Flashback]

-Ludwig ¡Déjame en paz! No iré contigo a ninguna parte. - Grité. Y me empujo brutalmente sobré la pared. - ¡Ya suéltame Ludwig! - Volví a gritar y cubrió mi boca con su mano. Mientras que golpeaba mi rostro fuertemente con la otra. Perdí el conocimiento por un momento. Recuerdo abrir los ojos y verlo salir por la puerta de la habitación. - No abras la boca inútil o tu novio muere ¿Lo entendiste? - Advirtió antes de irse.

[Fin de flashback]

Una lagrima recorrió mi rostro con prisa. Suponía que Nicholas la estaría en casa, y había leído aquella maldita nota que Ludwig me obligo a escribir en la mañana. Quisiera volver a buscarlo. Pero no sabia que ocurriría. Si Nick ya estaba a salvo... o no.

sábado, 9 de abril de 2011

Capitulo 9: Estoy contigo.


Capitulo 9

Narra Emily:

Subi al auto de Joseph junto a el y fuimos directamente a casa. Joe me habia prestado su campera, así disimulaba un poco mi cuerpo de mujer, y podia cubrirme la cabeza con la capucha. Estaciono su auto justo en frente de la vivienda. Pero antes de entrar tenia que hacerle solo una pregunta.

-Joe… dime ¿De quien sospechas? Digo… si ¿sabes quien nos delato?- Pregunte con intriga.

-La verdad, no lo sé Emily. No sé que diablos pensar. Los unicos que sabiamos sobre el plan era Ludwig, Kevin, y yo. Kevin es mi hermano… no creo algo así de el. Y Ludwig es también como un hermano para mi, no pudo haber sido el. – Respondio Joe entre dudas.

-A Kevin lo descarto. El me inspira mucha confianza. No pienso que el sea capaz de algo así. – Afirme.

-Yo pienso igual que ti. Es mi hermano, lo conozco. El no fue. – Contesto.

Me quede un poco más tranquila al hablar con Joseph. Pero ahora solo deseaba ver a Nick. Y no poduia hacerlo, porque alguien podria verme si salgo a la calle, y más si voy a una comisaria. Así que le pedi a Joe que en cuento pudiera, lo fuera a ver por mi. Y que le comunicara que yo estaba sana y salva. Cuando entramos a casa, Kevin no estaba, se habia ido a su trabajo. Solo se encontraba Ludwig allí, que me abrazo como si me conociera de todo la vida, y no me hubiera visto en años. Pensé en cuanto le molestaria a Nick esta situacion. Por suerte Joe se dio cuenta, y lo saco con disimulo de mi lado. Desde allí fui directamente al baño, para darme una ducha. No fue nada relajante. Tenia los nervios de punta, estaba intranquila, queria ver a Nicholas de inmediato.

Esa misma a noche subí a la terraza que Nick me habia mostrado hace unos días. Me senté allí. Pense en nosotros y por un momento me senti realmente sola. Queria volver a tomar su mano otra vez, deseaba volver a besar sus labios y sentir nuestros cuerpos rozar con delicadesa y pasion. Entonces llore… las lagrimas recorrian mi rostro con prisa, una tras otra. Tenia que hacerlo, necesitaba hacerlo para descargarme. Luego de una hora volví adentro, tenia frio ahí arriba. Me acoste en mi cama, y pose suavemente mi cabeza en la almohada. Debia intentar dormir. Juntar fuerzas para seguir luchando… todo recien comenzaba.

Narra Nick:

Me senté sobre la incomoda cama de la celda, y me arroje hacia atrás apoyando mi espalda en la helada y humeda pared. No podia esperar a salir de allí, para ver a mi chica. Estaba intranquilo, no habia tenido noticias sobre ellas, y deseaba escuchar que ella estaba bien, protegida. Me sentía triste de estar ahí encerrado, pero a la vez me invadia un poco de felicidad. Estaba ahí por salvarla a ella, y eso al menos me ponia bien. Preferia soportar todo esto yo mismo, y que Emily este bien. Esa noche me mantuve despierto, pensando en ella. En la noche que la bese por primera vez, en su risa contagiosa, su sonrisa resplandeciente, y calida voz. Eso me hacia sentir mucho mejor.

En la mañana, sentí algunos pasos que se aproximaban a mi celda. A unos pocos segundos vi a Joe frente a mi. Traia noticias.

-¡Joe, al fin! – Exclame.

-Nick… ¿Cómo has estado? – Pregunto. – Traigo buenas noticias. – Dijo con una leve sonrisa.

-Bien, como pude. Pero ¿Qué ocurrio con Emily? – Cuestione preocupado.

-Tranquilo, Emily esta a salvo. La encontre, esta en casa otra vez. No le paso nada malo. – Contó Joseph y me sentí totalmente aliviado.

-No te imaginas cuanto me alegra escuchar eso . – Exprese sincero.

-Además hable con uno de estos policias, me dijo que tal vez en unas horas te dejen ir. – Comuico mi hermano.

-Eso es bueno también. Ya no soporto estar aquí. – Dije.

Hablamos unos minutos más y Joe tuvo que irse obligadamente. Me senté otra vez a esperar a que me sacaran de allí. Tres horas después llego alguien que traia las llaves para sacarme de allí. Pensé que era uno de los policias, y lo era. Pero me sorprendi al ver su rostro.

-¡Kevin! – Exclame sorprendido. - ¿Eres tu? – Cuestione entre unas pocas dudas. Pero era el, era imposible negarlo.

-Ya te puedes ir… después hablamos. – Dijo en tono bajo.

-¿Eh? ¿Qué estas haciendo aquí? ¿Kevin, tu nos delataste? ¡Habla Kevin! – Dije con furia. Era mi hermano. Mi propio hermano. No podia creer que trabajaba allí, pero habia algo dentro mio que decia que el no lo habia hecho.

miércoles, 6 de abril de 2011

Capitulo 8: Descubiertos.


Capitulo 8:

Narra Emily:

Sentimos los gritos de Joe que decían que saliéramos de allí de inmediato, que venían por nosotros. Lo mire a Nick asustada, no comprendía demasiado lo que estaba ocurriendo, ni como sabían que estábamos escondidos en ese sótano. Nicholas tomo mi mano y subimos las escaleras hasta llegar a la salida. Ahí estaba Joseph desesperado. No teníamos nada en mente para lograr escapar.

-¿Qué van hacer? – Pregunto Joe.

-No lo sé, hay que apurarnos, y no se me ocurre nada. – Contesto Nicholas.

-Ahí vienen. – Dijo Joseph mirando a lo lejos. Di media vuelta para observar y había dos tipos caminando con prisa hacia nosotros.

-Emily vamos a tener que correr. Hazlo lo más rápido que puedas. ¿Si? – Ordeno Nicholas.

-Ok. Vamos. – Dije sin pensarlo.

Comenzamos a correr muy rápidamente, lo más vertiginoso que podíamos. Pero no encontrábamos lugar que sirviese de escondite. Joseph se había quedado a entretener un poco a esos dos tipos que me buscaban. Pero de nada sirvió. Uno de ellos nos encontró a unas pocas cuadras del lugar. Me tomo de las manos brutalmente.

Narra Nick:

Aquel tipo tenía a mi novia y quería llevársela. No lo pensé un segundo y me abalance con fuerzas sobre el. No sabía mucho sobre pelear, pero tenía ese instinto masculino. De algo sirvió. Estaba sobre el a punto de golpearlo y uno de sus compañeros llego y me quito violentamente. Atrás de el venia Joe.

-¡Corre Emily! Vete de aquí. – Ordene a los gritos.

Ella corrió velozmente y la perdieron de vista. Joseph se acerco para auxiliarme, pues tenía lastimado mi brazo izquierdo. Pero no se lo permitieron, ya que me esposaron de inmediato. Supuse que iría preso. Jamás pensé que terminaría en una comisaria. Nunca me habían ocurrido este tipo de acontecimientos.

-¿Qué acabas de hacer Nick? – Pregunto Joe asombrado.

-Casi golpeo a uno de ellos. Quisieron llevársela. Por favor busca a Emily y cuídala. Hasta que yo pueda salir de aquí. – Pedí.

-Si, no te preocupes. Te prometo que la voy a cuidar por ti. – Aseguro mi hermano.

- Y averigua quien nos delato. No puede ser que nos hayan encontrado. – Concluí.

Joseph me dejo un poco más tranquilo pero igual temía que la encontraran. Era lo que más me preocupaba ahora. Y además, idiota no soy. Se que alguien nos delato, y revelo nuestro escondite, y quería saber quien era esa persona.

Narra Emily:

Me escondí en una construcción abandonada. Pero ya no me importaba si alguien me encontraba, yo solo podía pensar en Nicholas. Tenia la necesidad de saber como estaba, si bien o mal. Quería abrazarlo, y sentirlo otra vez. No entendía muy bien lo que ocurría. Mi duda era ¿Cómo nos habían encontrado tan fácilmente? Estoy segura que alguien lo confeso.

Estuve tal vez una hora sentada allí. Pensando en como todas las cosas lindas se habían destruido rápidamente dejándome sin aliento. Tendría que habérmelo prevenido. Luego sentí pasos dentro del lugar. Me alerte rápidamente y me encendí detrás de una pared. Mi corazón que latía rápidamente, y el miedo que recorría mi cuerpo a toda velocidad, se detuvieron al instante en que mis ojos observaron a Joseph.

-¡Joe! – Exclame aliviada. El se acerco hacia a mi y me dio un abrazo.

-Emily ¿Te encuentras bien? – Pregunto con preocupación.

-Si… eso creo. – Conteste un poco insegura. Físicamente me encontraba bien, pero por dentro tenia un vacio.

-¿Segura? – Insistió. Y en ese momento se me llenaron los ojos de lagrimas y el lo noto. – No Emily, no llores. Todo va a estar bien. – Dijo intentando calmarme.

-¿Qué paso con Nick? ¿Se lo llevaron? ¿Cierto? – Cuestione con dolor y quitándome las lagrimas que recorrían mi rostro.

-Tranquila ¿si? Hable con mi hermano, el esta bien. Esta en la comisaria del pueblo, y estamos haciendo todo lo posible para sacarlo. – Contó. Y esas pocas palabras me calmaron un poco.

-El me pidió que te cuide. Así que si necesitas algo, cuenta conmigo. ¿Si? – Expreso Joe amistoso. Y yo sonreí.

martes, 5 de abril de 2011

Capitulo 7: Eternamente.


Capitulo 7:

Narra Emily:

Abrí los ojos lentamente al mismo tiempo que sentía el corazón de Nicholas palpitar. Me había dormido sobre su pecho. Al instante escuche una voz conocida. Era Joe. Estaba intentando despertarnos, porque hoy se llevarían a todas las mujeres que quedaban en el pueblo. Cuando Joseph lo menciono reaccione con rapidez y acaricie con suavidad el rostro de Nick para que despertara. El al verme me sonrió con ternura. Y se levanto con prisa.

-Nicholas hay que esconder a Emily. – Recordó Joe.

-No lo olvido hermano. Ahora mismo estoy pensando en algo. Y eso que recién acabo de abrir mis ojos. – Contesto Nicholas.

-Necesitamos un lugar seguro y escondido. – Acote.

-Si, lo sé. Algún lugar encontraremos. – Dijo Nick.

En ese instante Kevin se sumaba a pensar en nuestro plan. Era el más grande, y creo que conocía un poco más del tema. Y se le ocurrió una buena idea.

-Se donde pueden ir. – Dijo. – El sótano de nuestro vecino, Arnold. El se fue del pueblo, así que no pasaran a revisar ese lugar. – Propuso Kevin seguro de lo que decía.

-¡Perfecto! – Opino. Prepara algunas cosas linda, y nos vamos ahora mismo allí. – Expresó Nick con una pequeña sonrisa.

-Ok, ahora mismo hago todo. – Dije. – Gracias Kev. – Agradecí y le di un breve abrazo.

Ahora me sentía mucho más segura de mi situación y mi futuro. Sabía que iba a quedarme con Nick y nadie me sacaría de allí. Y a Nicholas le agradaba demasiado la idea de tener que encerrarse por unas horas en un sótano conmigo. Aunque no tuviera nada de romántico estar enclaustrados allí. Prepare las cosas con prisa, y fui rápidamente a decirle a Nick que había terminado con todo.

Narra Nick:

Mientras terminaba de beber un poco de jugo, Joe llego a la cocina. A pesar de la situación, el seguía con sus bromas y chistes de siempre. Quería hacerme enojar, lo supuse desde un principio.

-Nick, aquí estas. Venia a comunicarte que tengo una gran idea. – Dijo fingiendo estar serio.

-¿Si? Haber dime cual es tu GRAN idea. – Exclame recalcando la palabra “gran”.

-Le dije a Ludwig que acompañara a Emily. Ya se fueron. Creo que el es más musculoso que ti. – Conto y rio levemente.

-¿Qué estas diciendo? Dime que es mentira. – Exprese con cierto enojo. Sospechaba que era una mentira, más bien, era lo más seguro.

-¿Estas celoso Nick? – Pregunto estúpidamente.

-Cállate Joseph. Se que mientes. – Aseguré.

En ese momento escuche la voz de Emily que venia a avisarme que ya todo estaba listo para ir. Entonces lo mire a Joe con ciertos aires de ganador. Y el solo lanzo unas carcajadas.

-Cuídala, hermano. – Dijo dándome una palmada en la espalda.

La mire a Emily con cariño y le pregunte si estaba bien. Ella me respondió que si. Así que salimos de mi casa rápidamente, y llegamos en pocos minutos a esa casa. Abrimos el sótano y nos metimos allí adentro. Los chicos cerraron, y nos pusimos de acuerdo en prevenirnos si algo estaba por ocurrir o sucedía. Extendí una lona que había llevado sobre el piso, así nos sentábamos ahí. No había distracciones en ese lugar, solo nos quedaba conversar. Que no era mala idea, ya que teníamos muchas cosas para hablar.

-Emily, si no te incomoda, me gustaría que hablemos de lo que paso anoche. – Dije con ansias.

-También quiero hablar de eso. – Contesto y note como sus ojos brillaban.

-Mira Emily, yo te lo dije todo muy bien anoche. Y creo que lo entendiste. – Exprese. – Pero quiero preguntarte algo más. – Concluí y tome delicadamente su mano. Me miro a los ojos con su rostro totalmente iluminado.

-Emily ¿Quieres ser mi novia? – Pregunté con la certeza de que ella aceptaría. Sonrió y contesto de inmediato.

-Claro que si. – Dijo. – Es un honor estar con un chico como tu. Eres grandioso. – Expreso.

-Y yo soy muy afortunada de tener a una chica como tu. – Afirme con dulzura. La mire una vez más a los ojos y la bese. – Te amo. – Dije. Y continúe besándola tiernamente.

Entonces luego de ese sentimental momento me sentí pleno, feliz. La chica que más quería ahora estaba conmigo, la tenia entre mis brazos. Sentía una extensa y hermosa sensación de enamoramiento que recorría mi cuerpo entero. Nos pasamos muchas horas hablando sobre nosotros y nuestras vidas. Nos conocimos mucho más. Pero yo desde siempre sentí que la conocía eternamente.

lunes, 4 de abril de 2011

Capitulo 6: Nunca te dejare sola.


Narra Emily:

La noche siguiente Kevin entro apresurado a casa. Estaba realmente alterado, y un poco temeroso por lo que podría llegar a suceder. Dijo que en pocos días comenzarían la guerra, y que todas las posibles salidas para escapar del pueblo, estaban custodiadas por terroristas que no tenían piedad en nada. Toda la gente que quedaba en el pueblo ahora, corría el peligro de que algo malo le sucediera. Y eso obviamente nos preocupo a todos. Aunque Ludwig se notaba, increíblemente tranquilo. Nick le pregunto a Kevin porque traía tanta información, y el dijo que era lo que se estaba comentando en las calles. Pero no solo quería comunicarnos eso, había algo más…

-¿Qué más tienes para decirnos, hermano? – Pregunto Nick con averiguación.

-Quieren llevarse a todas las mujeres mayores de 16 años. Dicen que van a pasar por todas las casas del pueblo, y se las llevaran con ellos. Dicen que lo hacen para su protección. Pero yo no lo creo. – Contó Kevin con la mirada colmada de intranquilidad.

En ese momento la preocupación me invadió instantáneamente. Era obvio que no se llevarían a las mujeres para protegerlas. Seguramente planeaban algo más. Definitivamente, no quería que me llevasen a ningún lado. No quería irme con nadie. Tenia creo confianza en esas personas que solo buscaban apropiarse del pueblo. Tenía fe en nuestro ejército, pero ellos tenían más posibilidades de ganar. Simplemente porque contaban con más riquezas, fuerza, y más beneficios.

Nicholas bajo la mirada al piso, pensando en algo. Trate de fingir que estaba tranquila, y busque los ojos y la atención de Nick con una mezcla extraña de sensaciones, como la preocupación y el miedo.

-Emily, no te preocupes. Algo vamos hacer. Nosotros cuatro no vamos a permitir que alguien te saque de aquí. – Dijo Nick incluyendo a Ludwig en sus palabras.

-Me incluiste. ¡Bravo! – Festejo Ludwig bromeando.

-No es tiempo de bromas, idiota. – Respondió Nick sensato.

-Yo te doy mi palabra, de que haremos todo para que no te encuentren. – Expreso Nicholas. - ¿Están de acuerdo, chicos? – Pregunto.

-Claro que si. – Respondió Joe.

-Obviamente, nada le ocurrirá a mi princesa. – Acoto Ludwig acercándose a mí.

-Cállate y no te acerques a ella. – Advirtió Nicholas y me abrazo.

Ludwig se esfumo completamente de allí, al igual que sus hermanos. Y solo quedamos en la sala Nicholas y yo. En ese momento a solas, lo mire a Nick con los ojos húmedos. Confiaba en ellos, pero aquel estúpido temor era realmente inevitable. Siempre esta el miedo. Nunca quiere irse. A pesar de que pongan al mejor ejército del mundo en tu defensa, al menos una pizca de miedo sigue en tu interior, y esta despierto. Pero el, aquel chico muy especial, que siempre se portaba muy bien conmigo, y me miraba diferente a los demás, logro calmar un poco a esa sensación terrible que merodeaba en mi. Era el mejor hombre del planeta tierra. Siempre teniendo ese tipo de actos hermosos conmigo. Sonriéndome en todas las situaciones. Me alentaba, me daba fuerzas, teníamos una linda conexión entre nosotros, podía sentirlo.

Narra Nick:

Iba a cuidar de ella a pesar de todo. No me interesaba que mil personas quisieran quitarme de delante de ella, Emily era intocable. Me daba pena verla con los ojos tristes, con la sonrisa un tanto fingida, y su cuerpo tembloroso por el miedo. Si tan solo hubiera podido sacarla de allí en ese instante, lo hubiera hecho de inmediato. La abrase y la sostuve unos minutos en mis brazos. Bese tiernamente su mejilla y la acompañe hasta su habitación. Se quedo allí y yo me dirigí hacia la mía. Me desvestí y me cambie para meterme en la cama. Leí un poco una revista que estaba en mi habitación, que no tenia la más mínima idea de quien la había dejado ahí, y cuando termine de leerla, solo intente dormirme. Al cabo de una hora sentí pasos, y ruidos en la cocina. Baje a ver quien estaba, y era Emily, bebiendo un poco de agua fresca.

-¿Tu tampoco puedes dormir? – Pregunto.

-No. Creo que tengo insomnio. – Bromee. Y ella rio levemente.

-¿Me esperas aquí? – Pregunte. -Tengo una idea. – Comunique. Ella asintió con la cabeza, y yo me apresure en subir las escaleras y entre en mi habitación.

Tomé una manta cálida que estaba sobre mi cama y era lo suficientemente grade para cubrir a dos personas, una linterna para alumbrar un poco en la oscuridad, y baje en busca de Emily.

-¿Qué haces con eso? ¿A dónde vamos? – Pregunto con intriga.

-Quiero que conozcas un lindo lugar. – Dije. – Sígueme. – Concluí tomando delicadamente su mano.

Salí hacia el patio, y subimos las escaleras que nos dirigía a la terraza. Era un lugar muy hermoso. Mi madre lo había decorado con plantas antes de irse a vivir a otra ciudad. Y así quedo, como ella lo dejo. Todavía se conservaba, muy bonito. Además había un sillón-columpio que era fantástico, y desde allí se podían observar perfectamente las estrellas. Ella sonrió con placer al ver todo lo que había, nos sentamos en el sillón, y nos cubrimos rápidamente con la cálida manta, porque el frio se notaba más aun allí arriba. La abrase posando mi mano en su hombre, y permití a Emily apoyarse delicadamente sobre mi hombro.

-Es tan lindo estar aquí. Puedo ver las estrellas perfectamente. – Dije.

-Nick, me encanta estar aquí también. Y más aun porque estoy contigo. – Expreso con sinceridad.

La observe. Estaba relajada, y con una calurosa y delicada sonrisa en su rostro. Estaba insinuando que yo también le gustaba, y eso hizo que me emocionara más de estar allí. La tenía muy cerca de mí, y me hipnotizaba. Me sentía feliz.

-Creo que podemos hablar más tranquilos aquí, sin nadie que nos moleste. – Exclame. – Tengo muchas cosas para decirte. – Seguí.

-¿Cómo cuales? – Pregunto con ansiedad.

Nos acomodamos nuevamente para poder mirarnos fijamente a los ojos. Acaricie su rostro con suavidad, y sentí su hermosa piel aterciopelada.

-Emily, me gustas mucho. No puedo dejar de pensar en ti. Eres muy especial para mi, de alguna manera cambiaste mi vida. – Exprese con amor.

-¿Hablas en serio, Nick? Tu también me gustas, y mucho. Es solo que no quiero sufrir, ya me lastimaron demasiado. – Contesto. Y la entendí.

-Lo sé, Emi. Y tu me conoces, sabes que jamás permitiré que alguien vuelva a lastimarte, y mucho menos lo hare yo. Te lo prometo.- Asegure con dulzura. – Emily, yo te amo. – Exprese totalmente fiel a mis sentimientos.

-Confió en ti, Nick. Yo también te prometo que no te hare daño. Eres lo mejor que tengo, lindo. Y te amo demasiado. – Concluyo aquella significante conversación que cambio las cosas totalmente.

Me acerque delicadamente y la bese con gran pasión. Deleitándome con la suavidad de su boca, y recorriendo cada centímetro de sus labios. La besé con todo el amor que sentía y que estaba flotando en el aire, al fin salía de su escondite, ya no ocultaba nada. No había nadie que nos interrumpiera o molestara, solo nos acompañaba la preciosa luz de la luna, y el bello brillo de las estrellas.

sábado, 2 de abril de 2011

Capitulo 5: ¿Que esta sucediendo?


Capitulo 5:

Narra Emily:

La casa había quedado totalmente a oscuras, y yo me encontraba junto a Nick en la cocina. El miedo me invadió apresuradamente, y un súbito escalofrío recorrió mi cuerpo entero. No pude evitar aferrarme al cuerpo de Nicholas, rodeando su cintura con mis brazos. Sintiéndome de algún modo un poco más aliviada. De pronto sentí que me presionaba aun más a el. Ese contacto entre nosotros hacia que mi corazón palpitara aun más rápido de lo normal.

-¿Qué esta pasando? – Susurre.

-No lo sé. – Respondió. – Pero tú tranquila. No creo que sea nada malo. – Dijo.

Unos minutos después sentimos que alguien habría la puerta principal lentamente, y entraba en silencio. No sabíamos de qué se trataba.

-Joe… Kevin… ¿Quién es? – Pregunto Nick.

Nadie respondió. Nos mantuvimos en silencio unos minutos más y sentí que una mano se posaba en mi espalda. Grité y lo abrace a Nick asustada. Y al cabo de un segundo alguien reía.

-Lo siento… No quería asustarte, preciosura. Soy Ludwig. – Exclamo entre carcajadas.

-Tonto. ¿Quieres matarme? – Pregunte enojada.

-Eres un idiota. – Acoto Nick.

Ludwig volvió a reír. – Creo que hay un apagón en todo el pueblo. – Exclamo cambiando de tema.

La verdad era que realmente no sabíamos porque había ocurrido ese corte de luz en todo el pueblo. Lo más probable era que hayan utilizado demasiada energía, más de lo normal. Y por eso sucedió todo. Cuando regreso la luz, prepare una cena. Nada especial, solo algo para calmar nuestro apetito. Luego conversamos un rato, y esperamos a que Kevin llegara. Pero el no regreso en toda la noche, y eso a Nicholas lo preocupo.

Narra Nick:

No tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo con mi hermano Kevin. Pasaba muy poco tiempo en casa, y se comportaba un tanto extraño. No podía esperar a verlo, para preguntarle que estaba ocurriendo con el y si todo estaba bien. Esa noche lo espere, pero no regreso. Así que decidimos ir a dormir. Emily fue hacia su nueva habitación, y yo a la que acostumbraba a ir. A la mañana siguiente, cuando desperté, ella estaba en la cocina preparando algo para desayunar.

-Buen día. ¿Necesitas ayuda? – Pregunte cálido.

-Buen día, Nick. No, gracias, ya casi término. – Me miro al contestar, y luego siguió preparando las cosas.

Me senté a esperar que terminara lo que estaba haciendo. Ella estaba de espaldas, y yo podía observar su perfecta silueta, y el hermoso y suave cabello largo que le llegaba hasta la cintura. Estaba totalmente embobado con su belleza. Era la mañana más perfecta de todas. Estábamos solos… hasta que alguien me distrajo de mis pensamientos. Una voz molesta se escucho, y la presencia de alguien fastidioso estaba ante nosotros… Ludwig. Lo mire molestado. Pero el casi no noto que yo estaba allí, o al menos eso parecía.

-Que perfecta manera de comenzar el día. – Dijo mirando a Emily. Y ella giro para ver de quien se trataba. - ¿Qué hay para desayunar, linda? – Pregunto.

-Ludwig… - Dijo y suspiro. – Solo preparaba algo para Nick y para mí. Pero si quieres, puedo hacerte algo. – Propuso.

-Claro preciosa, me encantaría probar tu delicioso desayuno… - Respondió con satisfacción.

-Ludwig, amigo, mejor no. Te presto dinero y puedes ir a desayunar a donde quieras. Dale, ve. Sera mucho mejor que estar en esta casa. – Dije entregándole algo de dinero y sacándolo de allí. No le di tiempo de negar nada.

Afortunadamente pude despojarlo de allí, y se fue sin decir más nada. Me incomodaba el solo hecho de tener que oír su voz. Pero me molestaba más aun cuando observaba a Emily, sentía que la devoraba con la mirada. Por suerte pudimos desayunar solos y tranquilos. Como siempre hablábamos de muchas cosas, y reíamos también. El tiempo que pasaba junto a ella era genial. Luego del almuerzo, Kevin regreso a casa realmente agotado. Pero no me intereso. Hablaría con el de todas formas. Fui hacia donde estaba y le pregunte que le estaba ocurriendo.

-Hermano ¿todo en orden? – Pregunte. – Con Joe estábamos realmente preocupados por ti. – Agregue.

-Si, chicos, no se preocupen. Estoy perfecto. – Respondió.

-¿Por qué estas tanto tiempo afuera? – Cuestione nuevamente. – Confía en mí. – Exprese.

-Si, si. Es que olvide contarles… conseguí un trabajo. No puedo contarte ahora de que se trata… Pero ya veras. Tú no te preocupes. – Conto. Inmediatamente me esquivo y se encerró en su cuarto a descansar. Al menos ahora me dejaba un poco más tranquilo. Pero había algo raro en el. Y no tardaría demasiado en descubrirlo.