lunes, 6 de junio de 2011

Capitulo 35: FINAL.


Capitulo 35: FINAL.

1 mes después:

Narra Emily:

Todo lo malo por lo cual atravesamos juntos, quedo en el ayer. Aunque recuerdo perfectamente como fue sobrevivir en ese pueblo maldito, lleno de espantos. Quisiera poder olvidar todo eso, peor luego recuerdo que mi amor con Nicholas creció entre tantas cosas malas. Ahí fue cuando creí por completo que el amor puede vencer a todo lo que quiera opacarla. Cuando el amor es fuerte y real, no hay nada que pueda detenerla. Entonces puedo decir que definitivamente, sufrir y pasar por tantas situaciones, después de todo, valió la pena. No voy a olvidar la primera vez que hable con Nicholas, cuando me llevo a su casa y ahí comenzó a crecer el amor, luego vinieron momentos realmente feos, pero que juntos pudimos sobrevivir. No me arrepiento de nada, porque ahora estoy junto a el. Sintiendo sus besos, sus caricias, sus abrazos, sosteniendo su mano. Y cada mañana lo primero que veo es su rostro, su anatomía durmiendo a mi lado. Y eso es irremplazable. Todos los momentos junto a el fueron, son y serán especiales. Estamos abrazados a las orillas del mar, en una de las playas más bonitas, sintiendo la suave briza del viento que nos acaricia, y observando el precioso atardecer, tan romántico…

Nicholas me miro a los ojos fijamente, como siempre lo hacia. Transmitiéndome infinidades de cosas, que solo yo podía recibir. Acarició mi rostro, y me beso con la misma delicadeza de siempre.

-No puedo creer que ahora estemos aquí, solos, tranquilos, pensando solo en nosotros. – Dije.

-Yo te prometí que algún día podríamos amarnos en paz. Y mira… aquí estamos. – Expreso.

-Siempre creí en ti, siempre esperé este momento. – Exclame tranquila.

-Te amo demasiado, mi amor. – Expreso con sinceridad.

-Eres mi vida, y también te amo demasiado, lindo. – Dije amorosa.

El sonrió. Yo amaba que lo hiciera. Y luego volvió a besarme. Es inexplicable la cantidad de sensaciones hermosas que siento cada vez que sus labios se unen a los míos.

Narra Nick:

Los últimos meses eran completamente increíbles. Muchas veces pensé que estaba soñando, que solo era producto de mi imaginación. Pero afortunadamente era la más pura realidad. Todo se estaba concretando, y las cosas comenzaban a tomar el camino correcto. ¿Qué más puedo pedir en este momento? Tengo todo lo que más quiero, la mujer que más amo esta a mi lado. Eso me llena totalmente de felicidad, y ya no pediré nada más. Solo me esfuerzo por hacerla feliz todos los días de mi vida, y brindarle la mejor calidad de vida posible. Y ayudar cumplir todos nuestros sueños, juntos.

Nos pusimos de pie, y sostuve su mano. Ya era tarde para estar en la playa, la noche comenzaba a tornarse completamente fría. Así que comenzamos a caminar juntos, camino a nuestra propia casa, y hacia donde el destino quisiera llevarnos. Porque juntos o separados, la llama del amor siempre se mantuvo encendida. El fuerte sentimiento que sentíamos mutuamente jamás se quebró, siempre se mantuvo en pie. Y a pesar de los años, meses, días, horas, segundos o minutos, el amor siempre encontraba tiempo para seguir existiendo. Gracias a esos sentimientos tan hermosos, hoy seguimos vivos, son tan fuertes que pueden pelear contra todo. Y salimos adelante en los peores momentos solo porque el amor nos mantenía juntos, y fue más fuerte que todo.

Emily es la mujer de mi vida, la razón de mí existir. Cuando siento sus besos, sus caricias, sus abrazos, su voz, y su simple presencia a su lado, me siento en el cielo. Juntos podemos sentir que estamos en el cielo.

FIN.

¡Hola! Acá estoy, por última vez, subiendo el último capitulo de esta novela, que al principio solo tenia pensado realizar solo 15 capítulos. Pero a medida que avanzaba, cada vez tenía más lectoras, entonces decidí seguirla, hasta hoy. Por mi parte disfrute muchísimo escribiendo esto, en realidad, siempre disfruto cuando escribo. Si hago una próxima novela, les voy avisar. Por lo tanto, no me queda más que agradecerles por todo, por esperar, por leer, comentar, y estar siempre. GRACIAS a todas. Como cierre, les dejo este vídeo que hice yo misma, es breve, pero es un lindo cierre para la novela: http://www.youtube.com/watchv=sf2BtWfxTFE VÉANLO POR FAVOR, LAS VA A EMOCIONAR.

Gracias, otra vez.

Evi.

P/D: Pueden leer lo que escribo en mi nuevo blog, hablo de situaciones diferentes y sentimientos acá: http://www.believeeinyourseelf.blogspot.com/ :)




sábado, 4 de junio de 2011

Capitulo 34.


Capitulo 34:

1 mes después

Narra Nick:

Me siento tan feliz de estar aquí hoy. A punto de casarme. Ya estaba todo listo. Tenía mi smoking impecable, mis rulos bien peinados, todo listo. Pero lo que estaba en mejor estado era mi ánimo. No podía explicar la sensación que tenia al saber que unos minutos me uniría a la mujer que más amo en el mundo.

-No puedo creer que vas a casarte. Y… ¡antes que yo! – Bromeo mi hermano Joseph.

-Lo siento, no tengo la culpa de que seas pésimo en el amor… - Burle.

-Ok… pero yo estoy soltero. Tu no podrás salir con nadie más… - Dijo y rio.

-No me importa, yo amo a Emily. – Dije. – Y estoy muy feliz hoy. – Acoté.

-Solo bromeaba. Me alegro mucho por ti, hermanito. Suerte. – Dijo y me dio un abrazo alentador. Mies hermanos siempre me apoyaban, en todo m omento. Malos o buenos.

Narra Emily:

Me sentía la mujer más feliz del mundo. Cuando Nicholas me pidió casamiento, no pensaba más que en estar junto a el para siempre. Nuestro amor es incomparable, nadie puede igualarlo. Con Michael todo fue totalmente distinto, no me producía nada el pensar en casarme con el. En cambio con Nicholas fue realmente emocionante, lo sentí dentro, quería gritar ¡Si quiero! Porque es lo que más deseo. Ahora estoy frente a un espejo, acomodando los últimos retoques de mi vestido. La gente y Nick ya están en la iglesia, esperando mi llegada. Estoy tan nerviosa… faltan solo minutos. No puedo esperar a verlo allí, debe estar más hermoso que nunca, todo un príncipe. Ahora si que mi sonrisa era imborrable.

-¿Estás lista? – Preguntó Kevin. El estaba allí conmigo porque me acompañaría hasta al altar. Decidí que fuera el, porque era como un hermano mayor para mí. Y no tenía a mi padre presente para que pudiera ocupar su lugar.

-Si, si. Quiero irme ya. – Exclame ansiosa.

-Entonces, vámonos. Recuerda estar tranquila, todo saldrá muy bien. – Dijo Kevin intentando calmar un poco mi ansiedad.

-Lo sé. Pasamos por tanto para llegar aquí… - Exclame melancólica. En ese momento Kev me dio un abrazo cálido, y me sentí mucho más segura de que todo saldría bien.

Luego subimos al auto que habíamos alquilado especialmente para llegar al casamiento. Era color blanco. Y un chofer nos llevo hasta la iglesia elegida. Cuando llegamos las puertas estaban cerradas, pero en cuanto Kevin dio la orden comenzaron a abrirse lentamente. Vi las caras de muchas personas conocidas. Pero lo que más me importaba, estaba allí, al fondo de la iglesia, esperándome. Pude ver como sus ojos se cristalizaban al observarme con amor. Y ni hablar de los míos… las lágrimas de emoción y felicidad amenazaban con rebalsar y salirse de mis ojos. Cada vez estaba más cerca. Caminaba lentamente, y finalmente llegué a lo que más ansiaba. Nicholas me sonrió feliz y acaricio mi rostro con delicadeza mientras yo dejaba caer una lágrima. Mientras el cura hablaba y decía sus palabras, Nick y yo nos mirábamos fijamente a los ojos. Podíamos hablarnos a través de la mirada. Finalmente llego el momento que más anhelaba…

-Ya pueden entregar los anillos. – Anuncio el cura. Primero era mi turno.

-Nicholas… amor, te entrego este anillo, como significado de mi amor sincero, y prometo serte fiel, leal, amarte y apoyarte en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la pobreza, todos los días de mi vida, hasta siempre. Te amo. – Dije con los ojos húmedos y le coloque el anillo en uno de sus dedos. Luego siguió su turno.

-Emily, amor de mi vida. – Dijo y tomo unos minutos para sonreír. Luego siguió con sus palabras. – Al entregarte este anillo, te doy testimonio de mi amor sincero, prometo serte fiel, leal, amarte y apoyarte en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la pobreza, todos los días de mi vida, nadie va a separarnos. Te amo como a nadie, y prometo que nunca más volverás a estar sola. – Exclamo con sinceridad y me coloco el anillo.

-Ahora si, puede besar a la novia. – Comunico el sacerdote.

Nicholas me tomo del rostro y junto nuestros labios. Nos besamos con tanta pasión, amor, sinceridad, que nos sentimos realmente unidos para siempre. Nuestro amor contaba con una fuerza magnifica, e inexplicable. Algo que podía luchar contra todo lo que se interpusiera entre nosotros, y eso era fantástico. Nos sentíamos, en el paraíso, en el cielo.

jueves, 2 de junio de 2011

Capitulo 33.


Capitulo 33:

Narra Emily:

Me sentía un tanto mal. Aunque había recuperado a Nicholas, y Ludwig ya estaba en la cárcel, no quería ver a Michael triste. El me había brindado muchas cosas cuando estuve sola. Pero no podía seguir engañándolo. Además el no es ningún idiota, y se estaba dando cuenta de la realidad de las cosas, y ciertamente cuando le fui hablar, el ya sabía que era lo que iba a decirle.

-Ya sé que amas a Nicholas, Emily. – Dijo.

-Pero… yo jamás lo mencione. Nunca te conté sobre el. - Exprese.

-Lo sé. Pero Emily, cuando lo viste ese día que fue a casa, la expresión de tus ojos cambio, no lo sé, apareció repentinamente un brillo que nunca había observado. Y simplemente percibí que el era algo más que un viejo amigo. Y ayer, cuando hable con sus hermanos, me contaron un poco la historia. – Contó.

-Nunca tuve intenciones de engañarte, Michael. Perdóname. – Dije sincera.

-Emily, te quiero mucho. Sé feliz con Nicholas, lo mereces. A mí siempre me tendrás como tu amigo. No lo dudes. - Expreso comprensivo.

-Gracias Michael. Tú también te mereces ser feliz. – Exclame mientras le brindaba un cálido abrazo amistoso.

Y en ese momento mi alma se sintió totalmente libre para correr junto a Nicholas. La hora de ser felices había llegado, ya no me interesaba nada más. El era todo lo que amaba, todo lo que necesitaba para mantenerme viva.

Narra Nick:

Las cosas habían salido a la perfección. Y por fin comenzaban a transitar un camino libre de violencia, maldad, odio. Lo mejor de todo era que estábamos juntos, y no había ningún motivo para separarnos.

Luego de la clínica, la lleve hasta su casa. Donde rápidamente tomo algunas pertenencias, para irse conmigo. A mi vivienda propia. Yo ya no vivía con mis hermanos. Así que estaríamos solos. Cuando llegamos, bajamos del auto, y la invite a ingresar a mi casa.

-Mi casa, desde ahora es tu casa también. – Dije. Ella sonrió.

-Es muy linda. – Dijo mientras le ayudaba a entrar los bolsos.

-Me alegra que te guste, me costo un poco escoger una. – Conté.

-Esta es perfecta. – Aseguro.

Estaba tan ansioso. No podía esperar a que llegase la noche. Joseph ya había conseguido los anillos, no faltaba nada. El lugar elegido había sido el patio de mi nueva casa. Era ideal. Y lo mejor era que podíamos ver perfectamente las estrellas. Kevin me ayudo a preparar todo, mientras Joe distraía a Emily. Todo era una sorpresa. Al llegar la noche, le dije que se prepara ya que la llevaría a un lugar muy bonito. Cuando estaba lista, tomé su mano, y la lleve hacia al patio. Pude ver como cambiaba la expresión en su rostro cuando vio todo lo que había preparado solo para nosotros.

-Es increíble, Nick. – Dijo.

-Gracias. Sé que no es el lugar perfecto pero… - Exclame pero ella interrumpió.

-Donde tu estés para mi es perfecto. – Menciono tiernamente. Y la bese brevemente.

-Siéntate. Cenaremos aquí, y luego te daré una sorpresa. – Exprese pícaro.

Luego de todo, terminamos la cena, y llego el momento que más esperaba. Me arrodillé ante ella, y saqué la pequeña caja de mi bolsillo.

-Ya no quiero perder más tiempo, Emily. ¿Quieres casarte conmigo y ser mía para siempre? – Pregunté con todo la ansiedad del mundo. Ella se emociono rápidamente y contesto.

-Si, si, acepto Nick. Te amo como a nadie. – Dijo emocionada entre lágrimas y con una sonrisa. La abrace y luego la besé con todo el amor del mundo. Me sentía aliviado, feliz, pleno. Estaría a su lado, para siempre. Ya casi podía asegurar que nuestra historia, afortunadamente, tendría un gran final feliz.

lunes, 30 de mayo de 2011

Capitulo 32.


Capitulo 32.

Narra Emily:

Creí que nuestro final había llegado. Ludwig estaba frente a nosotros, a punto de volver a disparar. Pensé que iba a hacerlo. Pero por primera vez en la vida, la suerte se puso de nuestro lado, y afortunadamente justo en aquel momento llegaron Joe y Kevin junto a dos policías de la ciudad. Sentí un total alivio cuando los vi y aun más cuando tomaron a Ludwig y le quitaron el arma que tenía entre sus manos. Yo aun seguí sobre el suelo y Nick ayudándome a mi lado.

-Llama ahora mismo a una ambulancia Joe, apresúrate. – Ordeno Nick.

-Ok. Estarás bien, Emi. – Dijo Joe y al instante llamo a la ambulancia.

Después de toda la pesadilla había pasado, y los estábamos… vivos. La ambulancia llego rápidamente, y nos fuimos de allí. Afortunadamente mi herida no era demasiado grave. Así que estaría muy bien en pocos días. Lo único que quedaba era hablar con Michael. Todavía no le había comunicado que quería a Nicholas. Los médicos terminaron de sanar mi herida, y se retiraron de la habitación. Estaba sentada en la camilla, a punto de irme, cuando Nick entro y emitió una pequeña sonrisa.

-¿Cómo estás? – Preguntó mientras cerraba la puerta de la sala.

-Mucho mejor, ahora. Ya no duele tanto, solo quiero llegar a casa. – Conteste con cansancio.

Nick se acerco a mí y me acaricio delicadamente el rostro. Sentí una sensación hermosa. Me hacia feliz tenerlo tan cerca. Al instante me beso en la frente, fue muy dulce.

-Te juro que moría si llegaba a pasarte algo. Te extrañe, Emily. – Expreso tiernamente.

-Yo no tengo palabras para agradecerte todo lo que haces por mí, es increíble. Tú sabes que te amo, con mi vida. – Exclame con sinceridad.

-¿Puedo besarte? – Preguntó.

-¿Desde cuando preguntas eso? – Dije con una sonrisa picara. Y al instante nuestros labios se estaban uniendo.

-Te prometo que desde ahora, jamás volveremos a estar separados. – Susurro a mi oído y me beso una vez más.

Nicholas era todo para mí. Nada ni nadie podía remplazarlo. Creo que estando con Michael, confundí amor con compañía. Tal vez tenía miedo de quedarme sola para siempre. Pero ahora todos esos miedos ya no están vivos, Nick esta a mi lado, otra vez. Y sé que ahora nunca más volverán a alejarnos. No me interesa más nada en todo el mundo… solo quiero vivir junto a el por el resto de mi vida.

Narra Nick:

De una vez por todas, las cosas en mi mundo comenzaban a acomodarse. Ahora que Ludwig esta preso, se que no podrá volver a molestarnos. Esto es como un nuevo comienzo para nosotros, y de aquí en más estaremos juntos hasta el final. Y la verdad es que sinceramente no podía estar más feliz, otra vez la tenia conmigo.

Michael estaba esperando en la sala principal de la clínica, mientras Emily y yo hablábamos en una de las habitaciones.

-¿Esta Michael aquí? – Preguntó ella.

-Si, lo vi. Esta desesperado por verte. – Conté.

-No sé como voy a decirle todo esto, espero que lo entienda. – Planteo.

-Emily, si le hablas con el corazón y con suma sinceridad, estoy seguro que el lo entenderá. – Expresé. – Pero hoy si o si vuelves conmigo. – Bromee.

-Claro que iré contigo. – Dijo ella con una sonrisa. Amaba verla alegrarse de esa bella manera.

Mientras ella salía de allí, y se dedicaba a hablar con Michael, tomé mi teléfono celular y llamé con prisa a Joseph. Que ya estaba en su casa.

-Nick ¿Qué ocurre? – Cuestiono Joe al contestar mi llamado.

-Necesito que me hagas un pequeño favor. – Pedí.

-Bueno, ¿Qué quieres? – Preguntó.

-¿Recuerdas los anillos que vimos en la joyería, esos que eran dos y veían juntos? – Pregunté.

-Si, si. Los recuerdo. – Dijo.

-Toma dinero de mis ahorros, y cómpralos ahora mismo. ¿Ok? – Ordené.

No quería perder un segundo más de mí tiempo, ya había perdido demasiado. Le pediría matrimonio esa misma noche. Ya no quedan dudas de que Emily es el amor de mi vida, la mujer de mi vida, la dueña de mi corazón. Ninguna otra mujer me hizo sentir como ella, es tan increíble. Solo quiero despertar cada mañana, y ver su rostro por el resto de mis días.

viernes, 27 de mayo de 2011

Capitulo 31.


Capitulo 31:

Narra Emily:

Ludwig se encontraba totalmente fuera de lugar. Nada podía calmarlo ahora. Nos obligo a entrar a una de las habitaciones, e inmediatamente se fue de allí, obstruyendo la puerta con llave. En ese momento Nicholas y yo quedamos solos ahí adentro. Antes que pudiera decir algo Nicholas me había envuelto con sus brazos nuevamente. El sabía muy bien que eso era lo único que me tranquilizaba un poco cuando pasaban estas cosas. Después de todo ya teníamos un poco de experiencia.

-¿Linda, estás bien? – Pregunto Nicholas al mismo tiempo que corría algunos mechones de mi cabello que cubrían mi cara.

-No lo sé, mi pie me duele demasiado. Creo que me lastime – Conteste con algunas lagrimas todavía, y la respiración un poco acelerada.

-Escúchame ¿si? – Indico. – Vamos a estar bien. Se que en unas horas toda la policía estará aquí. Tenemos todo planeado para que Ludwig caiga. ¿Me oíste? Tranquila, que mientras yo este aquí Ludwig no volverá a tocarte. – Aseguro. Y luego beso mi frente con ternura.

Me sostuvo entre sus brazos otra vez, y así nos quedamos durante unos minutos. No quería despegarme. Sentía que si lo hacia, el miedo volvería de alguna forma. Luego decidimos esperar a que algo sucediera. No había pasado más de media hora, pero el tiempo allí parecía interminable. Además el dolor de mi pie aumentaba y no podía soportarlo. En un momento, la puerta se abrió. Y la presencia de Ludwig aprecio sin previo aviso. Lo primero que hizo fue acercarse rápidamente y tomarme fuertemente del brazo.

-Vamos, pero solos. Tengo algunos problemas que resolver contigo. – Dijo al mismo tiempo que me tomo del brazo.

Nicholas interfirió instantáneamente quitando la mano de Ludwig que sostenía mi brazo.

-Ella no ira a ningún lado contigo. – Expreso y se ubico delante de mí.

-Córrete inútil, no compliques más las cosas – Ordeno. Ahora tenía otra vez el arma en su mano.

Narra Nick:

Ludwig insistió otra vez con llevarse a Emily nuevamente, y esta vez lo detuve instantáneamente. Lo derribe con todas mis fuerzas, dejándolo tirada sobre el piso. Tomé la mano de Emily, y corrimos intentando escaparnos. No era fácil porque había que bajar varias escaleras, y hallar una salida, ya que Ludwig se había ocupado de tener todo cerrado. En un momento nos detuvimos e intentamos abrir una de las puertas.

-Esta todo cerrado – Dijo Emily con desesperación.

-Hay que buscar algo para abrir esto, antes de que Ludwig vuelva. – Indique.

Comenzamos a buscar desesperadamente algo que nos sirviera para abrir la puerta, pero no hallábamos nada. Ya no teníamos salida. Y las cosas empeoraron aun más cuando Ludwig volvió a aparecer entre nosotras. Seguí con su arma en la mano. Al verlo me puse justo delante de Emily para impedir que el se acercara a ella.

-Estoy decidido a terminar con ustedes ahora mismo. – Musito apuntando con su arma hacia nosotros.

Me abalance otra vez hacia el. Debía salvar nuestras vidas. Intente quitarle el arma, y Emily intercedió en la pelea. En ese instante se sintió un disparo. Quede inmóvil un par de segundos, y acto seguido Emily cayo el piso. Ella lo había recibido. Me olvide por completo de Ludwig y me ocupe rápidamente de Emily.

-Linda, ¿estás bien? – Pregunté. Afortunadamente estaba consiente, y la bala solo había lastimado su pierna.

-Si… al menos puedo respirar. – Expreso al mismo tiempo que se quejaba del dolor.

-Bien, resiste. Vamos a salir vivos de aquí. – Dije con seguridad. Aunque no sé porque tenía ese sentimiento dentro de mí tal vez lo más probable era que muriésemos allí.

Ludwig se acerco con cautela, otra vez tenía el arma de fuego en su mano. Nunca se desprendía de ella.

-Despídanse. Llego su fin. – Exclamo. En ese momento Emily había tomado mi mano con todas sus fuerzas. Tal vez lo dos sentíamos que había llegado nuestro final.

martes, 24 de mayo de 2011

Capitulo 30.


Capitulo 30:

Narra Nick:

Finalmente nos pusimos lo más rápido posible de acuerdo. No queríamos seguir perdiendo el tiempo. Juntamos el dinero, y lo necesario para rescatar a Emily. El elegido en ir a sacarla de allí, era yo. Ludwig lo puso como una condición. No debía ir acompañado por nadie. Pero acordamos con Michael, que en cuanto yo le enviara un mensaje, el debía avisarle a la policía, para poder atrapar a Ludwig. No pensaba dejarlo escapar. Quería verlo después de tanto encerrado tras las rejas, asegurándome que jamás volvería a molestarnos.

-¿Todo esta en orden? – Pregunté.

-Si. Ve por ella y tráela sana y salva. – Expreso Michael.

-Por eso no te preocupes, la voy a sacar como sea. – Asegure.

Me dirigí al lugar donde Ludwig me había citado. Estaba completamente deshabitado, un poco escondido o alejado, y era completamente silencioso. No oía casi ningún sonido. Igualmente me sentí seguro de estar allí, teníamos todo fríamente calculado. Quería sacar a Emily, y regresar a casa lo antes posible. Sabía que Ludwig necesitaba dinero para ir se del país, porque tenía muchos problemas, y aprovechaba toda esta situación, para, además, vengarse de nosotros. Hice unos pocos pasos ingresando al lugar. Era algo así como una casa enorme, pero realmente abandonada. Se notaba que nadie viva allí. Había tres escaleras y muchas habitaciones, y realmente no sabía hacia donde ir. Hasta que escuche la voz de Ludwig a través de unos parlantes. Se oía por toda la casa.

-Llegaste, Nick. – Dijo. – Quédate ahí, no te muevas, porque pondrás en riesgo la vida de tu linda princesa. – Expreso sádico.

-Ya suéltala y llévate el dinero. No compliques más las cosas, Ludwig. – Exclame furioso.

Narra Emily:

Escuche que Ludwig hablaba dirigiéndose a Nicholas. Su voz llego hasta la habitación donde me mantenía cautiva. No podía soportar un minuto más ahí, quería salir lo más rápido posible. Creí sentirme a salvo, hasta que Ludwig apareció en el cuarto. Y me quito la cinta que cubría mi boca. Sabía que algo más estaba tramando. No me liberaría tan rápidamente. Mi respiración se había acelerado por completo, sentí que en cualquier momento dejaría de respirar a causa del temor que invadía mi cuerpo.

-Ludwig… por favor déjame ir de aquí. Por favor. – Rogué entre lágrimas. El sonrió perverso.

-Vámonos. – Indico tomándome bruscamente de mi larga cabellera.

-¡Suéltame Ludwig! ¡Déjame ir! –Exclame elevando un poco mi voz.

-Cierra la boca y camina. – Ordeno jalándome aun más fuerte de mi cabello y obligándome a seguir sus pasos.

-Ya basta Ludwig, me estas lastimando ¡Suéltame! ¡Suéltame! – Grite e intente escapar de sus garras.

-¿Estas buscando que te lastime, no es así linda? – Exclamo cruel. Había soltado mi cabello y presiono mis brazos con fuerza. Luego me arrojo con todas su potencia dejándome caer al rígido suelo.

-¡Ya basta! ¡No vuelvas a tocarme! – Dije entre gritos débiles. Sentía que ya no tenía más fuerzas para seguir.

Narra Nick:

Al oír los gritos desgarradores de Emily, comencé a buscarla por toda la casa desesperado. No soportaba más todo esto, escuchar gritar de tal manera que me dolía. Corrí desesperadamente hasta que por pura intuición subí una de las escaleras, hice unos pasos y ahí mismo los encontré. Ella estaba tendida en el suelo, intentando mantenerse un poco erguida con sus brazos. Estaba lastimada, lo noté. Ludwig justamente se encontraba amenazándola, no logre oír lo que le decía. Mis ojos se llenaron de rabia, y bronca. Ahora si quería matar a ese tipo de todas formas. Realmente sacaba lo peor de mí. Totalmente sacado de quicio, lo golpe con todas mis fuerzas y quedo tendido en el piso por unos pocos minutos. En ese momento ayude a Emily a ponerse de pie y la abrace para darle fuerzas.

-Tranquila mi amor, yo estoy aquí. – Dije. Sentí su cuerpo tembloroso. Ella apoyo su rostro en mi cuerpo y sentí sus lágrimas.

Sorprendentemente, Ludwig estaba otra vez de pie. Pero esta vez sostenía un arma de fue entre sus manos. Emily se aferro aun más a mí y cerró los ojos, ya no quería seguir viendo todo esto. La acaricie para hacerle saber que todo esto pasaría y pronto estaríamos bien.

-Ludwig ya basta. Te deje todo el dinero, déjanos irnos. – Pedí intentando hablarle de buena forma.

-No van a irse ahora, ya es demasiado tarde. – Indico.

-Al menos deja ir a Emily. Yo me quedo por ella. – Propuse. Aunque en el fondo sabia que Ludwig no iba a aceptarlo.

En ese momento nos obligo a que entráramos a otra de las habitaciones. No me opuse a eso, Ludwig ya estaba totalmente delirando, era un psicópata. Si me enfrentaba demasiado, terminaría con los dos en un abrir y cerrar de ojos, y no era lo que quería.

sábado, 21 de mayo de 2011

Capitulo 29.


Capitulo 29:

Narra Nick:

Esa mañana fuimos con mis hermanos hacia donde estaba el colectivo que nos llevaría a un aeropuerto cercano. Cargamos los bolsos, y luego subimos. No sé porque pero no estaba totalmente convencido en irme tan rápido por tres días. Tenía una mala sensación que me invadía por completo, y se había instalado esa mañana en mí. Me senté en uno de los asientos del colectivo y trate de sentirme un poco más cómodo. El colectivo estaba a punto de activarse y comenzar a seguir su rumbo… cuando recibí un llamado a mi teléfono celular. Era alguien anónimo.

-Hola. – Dije esperando escuchar una respuesta.

-¿Cómo estás, Nicholas? – Pregunto una voz conocida. Creo que capte al instante de que se trataba.

-¿Ludwig? ¿Eres tú? – Exprese sorprendido.

-¿Cómo adivinaste, tonto? – Cuestiono estúpidamente. – Pero no contestes eso no interesa… tengo algo que te va a interesar más. – Menciono.

-¿Qué tienes Ludwig? ¡Dímelo! – Exprese un poco enojado.

-A una persona muy bonita… tiene el pelo castaño, muy buen cuerpo, y sus ojos verdes. ¿Todavía no adivinas de quien se trata? – Preguntó sádico.

-Demonios. No le hagas nada a Emily. No la toques ¿entendiste? Te daré lo que me pidas, pero a ella déjala a salvo. – Exclame con seguridad.

En ese instante Ludwig finalizo la llamada telefónica. Y yo salí casi desesperado del colectivo. Mis hermanos, tan atentos como siempre, me siguieron por detrás. Me sentía pésimo, y otra vez la impotencia me evadía. Ludwig la tenía entre sus garras otra vez. Tenia que hacer algo rápidamente. Hable con mis hermanos, y me dijeron que me ayudarían en todo lo que fuera posible. Pero decidimos no hablar con la policía todavía. Mientras iba hacia su casa, para conversar con Michael, Ludwig volvió a llamarme a mi teléfono.

-¿Quieres volver a verla? – Preguntó.

-Dime que tengo hacer, hazlo Ludwig.- Dije furioso.

En ese momento me dicto una dirección. Dijo que debía ingresar allí solo con una cantidad de dinero específica. Dijo que si se enteraba que habíamos hablado con la policía, no volveríamos a ver jamás a Emily.

Cuando llegue a su casa, Michael me atendió y me miro sorprendido. Luego me permitió pasar junto a mis hermanos, y le conté lo que había sucedido.

-¿Cómo que la secuestraron? – Cuestiono confundido.

-Si. Ella y yo pasamos por algo parecido en el pasado. Es la misma persona, quiere vengarse. – Conté.

-¿Y te pidió algo? – Preguntó.

-Si, dinero. Mucho dinero. – Dije.- Tengo un poco pero no sé si llego a todo lo que el me pide. – Concluí.

-No te hagas problema por eso, Nicholas. Yo puedo dártelo. – Ofreció. Y ahí note que quería a Emily. Y que también quería sacarla de ahí igual que yo.- Pero tenemos que hacer las cosas bien. – Dijo.

-¿Qué es hacer las cosas bien para ti? – Pregunté un poco confundido.

-Llamar a la policía, es lo principal. – Expreso.

-No. Es lo peor que podemos hacer ahora. Si se entera que llamamos, puede pasar cualquier cosa. – Exclame negativo.

Definitivamente Michael y yo no lográbamos ponernos de acuerdo fácilmente. Éramos muy diferentes, y además el no conocía a Ludwig, y eso obviamente afectaba. No tenia idea de lo que el podría llegar hacer. Lo único que teníamos en común era que los dos estábamos desesperados por sacar a Emily de las garras de Ludwig.

jueves, 19 de mayo de 2011

Capitulo 28.


Capitulo 28:

Narra Nick:

La deje en su casa, y espere a que entrara. Otra vez me sentí pleno, feliz. Ella había regresado a mi vida. Se que muy pronto estaríamos juntos. Quedamos en un acuerdo. Emily solo debía hablar con Michael y contarle toda la verdad. Debía esperarla unos pocos días, y todo volvería a la normalidad, digo, estaremos juntos de nuevo. Solo que esta vez las cosas serán mejores. Ya no estamos en el mismo lugar, ni en el mismo ambiente, ahora podemos ir tras el camino de la felicidad. Llegué a casa y mis hermanos notaron mi cambio de ánimo.

-Hey Nick, estas como nuevo. ¿Qué sucedió? – Pregunto Kevin.

-Creo que ya solucione mi problema. La volví a besar. No va a casarse, es mía otra vez. – Conté brevemente.

-Ya lo esperaba… - Dijo Joe. – Son el uno para el otro. – Agrego por ultimo.

-Me alegro por ti Nick. – Felicito Kevin. – Pero ya saque tres pasajes para ir a visitar a mamá y papá y el pequeño Frankie. – Comunico.

-Supongo que quieres venir, ¿no? – Pregunto Joseph. – Son solo tres días.- Acoto.

-Si, si. Claro que iré. De hecho los extraño mucho. –Exprese. - ¿Cuándo nos vamos? – Pregunté.

-Mañana en la mañana. – Respondió Kevin.

Luego subí a preparar algunas cosas para el corto viaje. Además le avise a Emily que mañana viajaría por unos días. Ella dijo que estaba perfecto, además de que hablaría con Michael, y trataría de terminar en buenos términos con el. Yo estaba de acuerdo. Aunque el me caía mal solo porque estaba con Emily, sabia que era una buena persona, la respetaba y la había ayudado durante todo este tiempo.

Narra Emily:

Estaba muy feliz por todo lo que había ocurrido con Nicholas. Pero todavía debía solucionar mi relación con Michael. No podía terminar con el tan rápidamente, y luego irme así como si nada hubiese ocurrido. El era muy buena persona, y no quería lastimarlo. Decidí esperar hasta mañana por la tarde para poder platicar tranquilamente con el. Luego de todo, cenamos, y me fui a dormir con una sonrisa en el rostro, a causa de Nick. Había vuelta a sentirlo como antes, y eso era una sensación indescriptible.

Al amanecer siguiente, desperté, y puse en práctica mi rutina diaria, desayunar, bañarme y prepararme para ir a la editorial a realizar mi trabajo de todos los días. Michael siempre se iba primero, pues el ingresaba más temprano a su trabajo. Luego de todo, tomé mi bolso, y me fui caminando hacia mi trabajo. Al frenarme una esquina, un auto se detuvo delante de mí. Lo intente esquivar, pero alguien de estatura alta, y corpulento impidió que siguiera mi camino normalmente. Me tomo con fuerzas dejándome casi inmovilizada. No pude gritar, porque tapo mi boca rápidamente. Luego no sé que fue lo que ocurrió. Me desvanecí por completo.

Hasta que desperté acostada sobre un delgado colchón. Era una habitación muy oscura. Y no había nadie allí conmigo. Estaba completamente sola, y no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Otra vez me dolía demasiado la cabeza y me sentía mareada. Pero al pensar que lo más probable era que detrás de todo esto se encontraba Ludwig, me hacia sentir en mi pero pesadilla. Y no me equivocaba. Escuche por un parlante su voz.

-¿Pensaste que te habías desecho de mi? ¿Qué no volvería jamás por ti? Te equivocaste Emily… te equivocaste. – Dijo Ludwig perverso.

Quise gritar pero tenía mi boca cubierta. Quise moverme, pero las sogas en mis manos y pies me lo impedían. Solo se que no sabia si permanecer con mis ojos abiertos, o cerrarlos hasta que todo esto pasara…

martes, 17 de mayo de 2011

Capitulo 27.


Capitulo 27:

Narra Emily:

Todo lo que sucedió hoy fue realmente muy loco. Nunca pensé que pasaría todo esto. Y nunca que Nick llegaría en el momento justo para ayudarme. Aunque estábamos en otra ciudad, y ya no había guerras, todo lo que había ocurrido me recordaba a los viejos tiempos junto a Nick y sus hermanos. Lo seguía amando como el primer día. Cuando llegamos a mi casa, estaciono el coche y se bajo para abrirme la puerta. Antes de dejarme ingresar a mi vivienda, se interpuso en mi camino, y me miro fijamente.

-Emily… creo que no lo sabes, pero hoy cuando te vi mal, me sentí pésimo. Muero si te pasa algo malo. – Dijo sincero.

Yo atine a darle una sonrisa. – Nick… estoy segura aquí. Ve tranquilo, te prometo que me cuidare. – Prometí.

-Debes saber que sigo sintiendo lo mismo por ti. Pero no digas nada. Ve a casa y descansa, linda. – Expreso y me beso en la frente con delicadeza. Ahí me di cuenta que era el momento ideal para decirle todo a Nick. Detuve mi paso y quede frente a el. Suspire profundamente y luego lo mire fijo.

-Nicholas realmente no soporto más esto. Me siento la peor persona de este mundo. – Dije entre lágrimas.

-No vuelvas a repetir eso, no lo eres, Emily.- Expreso.

-Si, Nicholas. Y tú deberías pensar eso. Me salvaste la vida, y yo me fui. Te deje. Y hoy vuelves por mí, y yo estoy por casarme con otro hombre que no amo. Soy lo peor. Debí soportar cinco años en soledad, esperando por ti. Ahora eche todo a perder, tu debes odiarme. – Exclame con dolor.

-¿Odiarte? Jamás lo haría y tú lo sabes. – Dijo sincero. Al mismo tiempo que comenzaba a llover.

-Oye, lo siento. Te amo como siempre lo hice, y quiero gritarlo. Verte mal por mí, es como lastimarme a mi misma. Lo único que quiero hacer ahora es estar contigo. – Exclamo verdadera. Mientras hablaba, mis lágrimas se mezclaban con el agua que caía desde el cielo.

-Por ti esperare lo que sea. Te amo más que a nada y lo sabes. Y no tengo más nada que decir. Solo que el primer día en el cual te volví a ver, solo quería darte un abrazo y sentirte cerca de mi otra vez, solo quería eso. – Confeso.

-Yo también quería eso. Nada fue como lo soñé. Pero se que todavía estamos a tiempo. – Dije segura. Me acerque otra vez aun más a el, y lo abrase. El me rodeo con sus brazos y me hundió en su pecho. Así me pude sentir como antes. Ahora el vacio que había permanecido en mí por cinco años, comenzaba a remplazarse por el amor de Nicholas. Ya no faltaba nada más. Habíamos comenzado a besarnos apasionadamente y recorríamos nuestros labios como lo solíamos hacer. Otra vez sentía su sabor, su calor, el palpitar de su corazón, su respiración sobre la mía, y sus fuertes brazos rodeando mi cuerpo. Cuanto había extrañado todo esto…

Narra Nick:

Podía esperar a Emily todo lo que ella me pidiese. Tenía un lugar privilegiado en mi corazón. Ella era todo para mí. Nada podía remplazarla. La amaba más que a nada, y era la única persona a la cual le había entregado todo. Cuando la bese por primera vez en años, sentí que las cosas comenzaban a tomar el camino correcto, y que nuestro amor mutuo volvía a renacer, nunca había muerto. Tenerla otra vez tan cerca mío, me hacia sentir en el cielo. Realmente lo único que me preocupaba un poco eran los mensajes que recibía Emily. Ludwig podía estar cerca, y me aterrorizaba la idea de que pudiera volver a dañarla. No iba a permitir que otra vez hiciera lo mismo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Capitulo 26.


Capitulo 26:

Narra Emily:

Luego de un día tranquilo, volví a casa. Hice lo de siempre, cene junto a Michael, y luego fuimos a dormir. Pero las palabras de Nicholas no dejaban de rondar en mi cabeza. No podía seguir fingiendo ser la pareja perfecta con Michael. El era alguien fantástico, pero definitivamente no era para mí. Yo le pertenecía por completo a otra persona. Así que me dormí, decidida de hacer lo que debía hacer, confesar mis verdaderos sentimientos de una buena vez, y desde entonces todo iba a cambiar.

A la mañana siguiente, le envié un mensaje a Nicholas, citándolo en mi casa para hablar con el. Pero algo ocurrió unos minutos antes. Me llego un mensaje anónimo señalándome ir a un lugar, diciéndome que allí develaría su identidad. No lo pensé mucho, y fui allí. De una vez por todas quería saber de quien se trataba.

Narra Nick:

Ansioso, fui hacia la casa de Emily, pero definitivamente no estaba ahí. No atendía nadie. Ni si quiera Michael. Así que me fui un poco apenado por no poder verla. Fui con mi auto por la ciudad, hasta acercarme al pequeño rio que corría por New Jersey. Estaba rodeado por algunos arboles y arbustos. Un poco difícil de hallar. Pero muy tranquilo, demasiado. Todo iba bien hasta que escuche a alguien llorar. Creo que reconocí en un instante quien era. Me acerqué preocupado, y si, era quien yo suponía. Emily estaba allí, intentando ponerse de pie, completamente empapada. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. ¿Qué estaba ocurriendo? Corrí hacia ella para ayudarla.

-¡Emily! ¿Qué sucedió? - Pregunté perturbado.

Ella me abrazo con fuerzas. Otra vez como los viejos tiempos… percibí su miedo. Sentí su corazón palpitar rápidamente a causa del temor. Sostuve su cuerpo helado, rodeándolo con mis brazos intentando darle un poco más de calor.

-Tranquila. ¿Te encuentras bien? – Insistí.

-No Nick, no me siento nada bien. – Contesto agitada.

Quite mi abrigo rápidamente, y la cubrí para aliviar un poco el frio. Igualmente, percibí que no estaba totalmente lucida. Se sentía totalmente mareada.

-Linda, tranquila. ¿Puedes decirme que paso? – Volví a cuestionar.

En ese momento ella cayó totalmente desvanecida sobre mis brazos. Se quedo inmóvil. No podía comprender porque sucedía todo esto. La cargue en mis brazos y la subí al auto. Desde allí, la lleve al hospital más cercano. La atendieron rápido, mientras yo la esperaba. Luego de unos minutos, un medico llego a comunicarme su estado.

-¿Cómo está? – Pregunté.

-Muy bien. Solo fue un desmayo. Seguramente fue por injerir o aspirar algún tipo de sustancia peligrosa. Pero en unos minutos ya la podemos dejar ir. – Comunico el doctor.

Me sentí un poco más tranquilo cuando dijo que ella estaba bien. A pesar de que las cosas entre nosotros habían cambiado un poco, mi amor hacia ella seguía completamente intacto. Y era muy doloroso para mí verla mal. Me fui con prisa hacia la sala donde ella estaba. Solo emitió una pequeña sonrisa al verme.

-¿Cómo te sientes? – Pregunté.

-Bien… mejor que antes. – Respondió. – Ya se que quieres que te cuente lo que paso, pero no quiero preocuparte… - Dijo pero la interrumpí.

-Emily, dímelo. Necesito saber. – Dije. -¿Fue Michael? ¿El te hizo esto? Dime porque lo mato. – Exprese serio.

-No, Nick. Michael no tiene nada que ver con esto- Exclame. –Mira, hace 2 años comencé a recibir mensajes extraños, como advertencias o amenazas. No le preste mucha atención, me daba miedo. Hoy me citaron ahí donde me encontraste. Fui pensando que si lo veía, las cosas iban a cambiar. Pero me quisieron matar. Aspire algo, me sentí mareada, y luego me arrojaron al rio. No sé como salí. – Conté.

-Emily, esto es muy grave. ¿De quien sospechas? - Cuestione.

- No lo sé Nick… pero esto me trae demasiados recuerdos. Siento que alguien conocido esta detrás de todo esto… alguien como… - Expreso pero la interrumpí.

-Ludwig. – Dije. Se que a ella le transmitía miedo ese nombre. Pero debía decirlo.

-No Nick, el esta, esta muerto. Yo misma vi cuando le dispararon ¿recuerdas? – Dijo con seguridad.

-No, lamento decirlo, pero vivió. Creo que busca venganza. – Exprese. Ella trago saliva junto con miedo. Ludwig era su peor pesadilla. - ¿Michael sabe sobre esto, digo, lo de los mensajes y amenazas? – Pregunté con curiosidad.

-Si, en realidad, una parte. Le dije que hoy me cito, pero el no me presto demasiada atención. – Manifesté.

-Perdón que diga esto, pero el debería cuidar más de ti. Es un poco idiota. – Opine.

-Nicholas, ese no es el punto. – Expreso. – Ahora, iré a casa. – Concluyo.

Salimos de allí adentro, y nos dirigimos a mi coche. Yo la llevaría hasta su casa. Todo lo que había sucedido hoy creo que fue muy aterrorizante, pero de alguna manera, nos volvió a unir.

viernes, 13 de mayo de 2011

Capitulo 25.


Capitulo 25:

Narra Emily:

Últimamente muchas cosas ya me estaban asustando. Me llegaban mensajes anónimos a mi teléfono celular, y cada tanto encontraba breves cartas debajo de la puerta de mi casa. No decían cosas puntuales, solo frases como “¿Me recuerdas?” o “Estoy de vuelta”. No entendía que se trataba, ni quien era. Pero me mantenían preocupada todas esas palabras. A la mañana siguiente desperté. Noté que Michael ya se había ido. Me levante, prepare mi desayuno, y me arregle para ir a trabajar. Pero antes oí que golpeaban la puerta. Me acerque para atender y me di cuenta que era Nicholas. Otra vez mi corazón latió fuertemente. Abrí sin pensarlo.

-Hola. – Dijo.

-Hola. – Respondí de inmediato.

-Emily… estoy muy avergonzado por lo de ayer. Te pido disculpas. – Expreso tierno.

-Acepto tus disculpas Nick. Gracias. – Conteste.

-¿Puedo pasar? Digo… quisiera hablar contigo. – Pidió.

-Claro, entra ya. – Dije permitiendo que Nick ingresara a mi casa.

Entro, y le indique que tomara asiento en el living. Yo me senté en otro de los sillones. Al principio hubo un pequeño silencio y luego hablo.

-Todavía lo usas. – Exclamo observando fijamente mi anillo.

-Claro… sigue siendo un recuerdo muy lindo. – Acoté.

Hablamos unos diez minutos. Pero no nos introducimos en los temas más importantes. Solo le pregunté como estaban Joe y Kevin, que había ocurrido durante todos estos cinco años, y como llegué a donde estaba. Luego Nicholas se dio cuenta que ya debía irme a trabajar y se despidió.

-Bueno Emily, ya te dejo tranquila, adiós. – Dijo despidiéndose de mí.

-Adiós, Nick. Que tengas un buen día. - Concluí.

Narra Nick:

Justo al cerrar la puerta, un hombre apareció detrás de mí. Me di cuenta al instante que era Michael. Me miro amenazante. El percibió que yo tenia algo que ver con Emily, y eso realmente no le agradaba en absoluto.

-Tu otra vez. – Dijo un poco enojado. - ¿Quién eres y que quieres? – Cuestiono seco.

-No interesa. Se que te molesto, y prometo no volver a tu casa. – Aseguré. – Solo permíteme decirte algo. – Pedí.

-Ok, esta bien. Habla ya. – Exigió.

-Escucha Michael, no vine a pelear ni discutir contigo. Solo vine porque se que vas a casarte con Emily… - Dije.

-Si, ¿Eso que tiene que ver? – Pregunto Michael confundido.

-Que quiero decirte que cuides a Emily más que a tu propia vida. Así es como yo lo hacia. No la dejes ir nunca, porque es lo más valioso que hay. Jamás se te ocurra lastimarla. Y hazla la mujer más feliz, realmente se lo merece. – Exprese con los ojos húmedos.

Narra Emily:

Mientras ellos hablaban, no pude evitar oír todo. En especial lo que hablo Nicholas sobre mí. En ese instante mi corazón se detuvo a pensar por primera vez en cinco años. ¿Qué es lo que estaba a punto de hacer? Iba a casarme con alguien que no amaba. Mi verdadero amor tiene nombre y apellido, y es Nicholas Jerry Jonas. El volvió por mí, y no tengo que dejarlo escapar.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Capitulo 24.


Capitulo 24:

Narra Emily:

Realmente me dolió por completo ver la expresión en el rostro de Nicholas al oír las palabras de Michael. Quería estar feliz porque Nick estaba totalmente bien, recuperado, y cerca mío otra vez. Pero al mismo tiempo sentía que estaba cayendo rápidamente, lastimando a lo que más amaba aunque en ese momento o lo quería admitir, y haciendo todo mal. Nicholas se quedo en silencio por unos breves minutos. Noté que estaba desconcertado. Así que sin pensarlo lo invite a pasar.

-Nicholas… tal vez quieras pasar a mi casa, podemos hablar si quieres. – Ofrecí.

-No Emily, no hace falta. Estoy molestando aquí. Solo quería asegurarme que estuvieras bien, y veo que estas muy bien, así que puedo irme tranquilo. – Dijo indignado.

-No Nick… espera, no te vayas. – Insistía mientras le seguí el paso. El se había adelantado un poco alejándose de la casa.

Hasta que el se detuvo, y dio una media vuelta. Había quedado frente a mí. Dio un suspiro y luego hablo.

-¿Qué quieres? Déjame ir en paz. – Expreso con firmeza.

-Solo… solo pensé que podíamos hablar y aclarar algunas cosas. – Confesé con debilidad.

-¿Hablar? ¿Aclarar que vas a casarte? ¿Quieres que asista a la boda? – Dijo con sarcasmo. – No quiero eso, solo quiero irme en paz Emily. Mucha suerte, que seas muy feliz junto a ese tipo. No me busques ¿si? – Exclamo seriamente enojado y siguió su camino sin mirar atrás.

Me sentía pésimo, en ese momento me autocalifique como una mala persona. Había lastimado a Nick, y eso era imposible de perdonar. Quisiera que esto hubiera sido totalmente distinto. Remplazar todo eso por un simple abrazo. Eso hubiera sido mucho más feliz. Cuando lo vi nuevamente por un momento me sentí totalmente aliviada al saber que el seguía bien. Pero luego me destroce por dentro. Tenía un conflicto interno que no lograba resolver con rapidez. Decidí regresar a mi casa. Mis lágrimas querían salir y recorrer mi rostro, pero yo impedía eso. No quería dar explicaciones a Michael. Así que volví y mentí diciendo que todo había sido un gran malentendido, y el ya no pregunto más nada sobre el tema.

Narra Nick:

Llegué a mi casa con mi mundo al revés. No encontraba una solución a todo esto. ¿Por qué Emily se casará con otro hombre? No lo comprendía. Siempre imagine y estaba seguro de que ese muchacho con el cual Emily se casaría sería yo. Pero me equivoque al pensar todo eso. Ahora estaba a punto de perderla para siempre.

-¿Y Nick? ¿Cómo te fue con Emily? – Pregunto Kevin.

-Mal, muy mal. – Conteste con mal humor.

- ¿Qué dices Nick? – Cuestiono Joe interfiriendo en mi conversación con Kevin.

-Se va casar. Estoy a punto de perderla para siempre. – Exprese dolido.- ¿Por qué tiene que ser así? Creí que me esperaría. – Dije un tanto decepcionado.

-Lo siento, Nicholas. – Exclamo Joseph.

Ellos estaban tan sorprendidos como yo. Dijeran lo que dijeran, nada calmaría lo que sentía por Emily. Todavía mis sentimientos por ella se mantenían intactos. Necesitaba abrazarla, hablar con ella, besarla, sentir sus labios, entrelazar nuestras manos, y poder decirle cuando la seguía amando. Decidí subir a mi nuevo cuarto para ordenar un poco mis cosas, y pensar. Mientras trataba de encontrar una solución a todo lo que estaba sucediendo. No podía dejarla ir otra vez así, tan fácilmente.

martes, 10 de mayo de 2011

Capitulo 23.


Capitulo 23:

Narra Emily:

El seguía arrodillado ante mí esperando una respuesta. No quería herirlo porque lo quería, pero no estaba segura de querer ser su esposa en un futuro.

-Y Emily ¿Aceptas comprometerte conmigo? – Insistió Michael.

-Eh… yo… no sé que decir. – Dude. – Creo que… bueno yo… si quiero. – Dije totalmente insegura de mi respuesta.

El se puso de pie sonriendo y me beso. Michael tenía todo planificado, pensaba casarse conmigo, formar una familia, tener hijos, mascotas, y todo lo demás. Todo lo que yo había soñado… pero junto a Nicholas. Y me sentí una mala persona, culpable de que Michael este tan ilusionado conmigo. Cuando el me besaba… yo pensaba en Nicholas. Cuando me abrazaba… también pensaba en Nicholas. Cuando se acostaba conmigo en las noches… seguía pensando en Nicholas. Creo que estaba con el por temor a que Nick jamás regresara. No quería estar sola, claro. Pero estaba haciendo las cosas mal.

Al día siguiente llamé a Victoria para contarle lo que había sucedido la noche anterior. Ella estaba feliz, pues pensaba que y estaba contenta con el casamiento, pero en realidad, lo era así.

Narra Nick:

New Jersey estaba increíble. Una tranquilidad fantástica. Habíamos alquilado una casa muy cálida. Estaba contento de estar ahí. Nos acomodamos perfectamente y nos dividimos un poco las tareas. Yo decidí ir a comprar un poco de comida, y algo para entretenerme. Compre todo en un supermercado, y al salir, entre a un kiosco de revistas. Compre varias, me gustaba leer. Llegué a mi nueva casa, guarde la comida, y me senté en el sofá con las revistas en mi mano. Leí una, y me sorprendí al ver las últimas páginas. Contaba una historia muy parecida a la mía con Emily. Solo que tenia un final muy feliz. Al leer el nombre del autor mi corazón se detuvo… “Emily Deadmon”. Era ella. Lo primero que hice fue llamar a mis hermanos para decirles lo que acaba de ver. Joseph sonrió. Le gustaba tener la razón, el había dicho que Emily estaba aquí. Quería ir a buscarla ahora mismo. Regresé al negocio y pregunté por ella.

-Señora, ¿Usted conoce a Emily Deadmon? – Pregunté con intriga.

-¿Habla de la chica que escribe esas lindas historias en la revista? – Cuestiono.

-Si, de ella. Escribe muy bien. – Acoté.

-Claro que la conozco. Siempre viene aquí. Es una muchacha muy bonita, simpática, humilde, muy buena. – Expreso.

-Por casualidad… ¿Sabe a donde vive? – Pregunté.

-Si, todo el mundo aquí la conoce. Toma, ten su dirección. – Dijo mientras escribía su domicilio en un papel y me lo entrego.

-Muchas gracias señora. No sabe cuanto le agradezco esto. – Dije agradecido y me fui de allí.

Fui corriendo hacia su casa. Era muy linda. Tenía un aspecto acogedor. Golpee ansioso por verla. Mi corazón no podía dejar de latir velozmente. Finalmente la puerta se abrió y era ella. Estaba un poco cambiada, tal vez tu cabello más alto, o se vestía diferente. Pero seguía muy hermosa. Su sonrisa seguía intacta. Pude notar como sus ojos le brillaron al verme, y no sabia como reaccionar.

-Hola… Emily. – Dije sin saber que decir.

-Nick… eres tú. – Susurro.

Nos quedamos conectados unos minutos. Hasta que oí una voz masculina que me hizo regresar al planeta tierra…

-¿Quién es, Emi? – Pregunto.

-Es… es un…- Expreso ella y la interrumpí.

-Soy Nick. ¿Tú eres? – Pregunte confuso.

-Soy Michael. El futuro esposo de Emily. – Se presento.

Mi ilusión se me cayó a pedazos. Las palabras de aquel tipo me dejaron totalmente desconcertado. No encontraba reacción alguna a todo esto.

lunes, 9 de mayo de 2011

Capitulo 22.


Capitulo 22:

Narra Nick:

5 años después…

Las cosas positivas otra vez después de mucho tiempo ya se estaban apoderando de mi mente. El gran día había llegado. Lo que más había esperado durante estos últimos años, estaba muy cerca, casi en mis manos. Solo faltaba terminar unos pocos detalles. Después de tanto al fin podíamos irnos del espantoso pueblo que había arruinado mi vida. Seguro se preguntan ¿Qué paso después del accidente? Buenos, les diré. Pero brevemente… ella escapo, y a nosotros nos llevaron ellos. Estuvimos cinco años trabajando para ellos, como una especie de “trato”. Era la única salida porque si no nos matarían. Y eso es todo. Ahora estamos acá, en casa, buscando ropa y esas cosas. Empacamos con tanta prisa, que era increíble nuestra velocidad. No pidamos esperar a irnos. El colectivo salía en una hora. Conducía hacia la ciudad más cerca, la cual era “New Jersey”. Estaba a mil kilómetros de aquí. Tenía tantas cosas para hacer… y la primera era rencontrarme con Emily. Nombrarla ya me daba una sensación tan rara. La había extrañado tanto. Todo el tiempo las dudas sobre ellas me torturaban. Necesitaba saber que había estado bien todo este tiempo sola. Ya faltaba poco tiempo para eso…

-¡Vamos Joe! Apúrate. – Grito Kevin a Joseph.

-Ya casi estoy… listo. – Dijo bajando las escaleras con dos bolsos.- Bueno… ¿vamos? – Exclamo.

-Ya no soporto este lugar… - Acoté.

Seguimos conversando y salimos en busca del colectivo. Esperamos unos minutos, y llego puntualmente. Chau. Adiós al pasado… a todo lo malo que había vivido allí. Empezaba una nueva vida… las cosas comenzarían a salir mejor.

-Lo más seguro es que Emily este en New Jersey. – Dijo Joseph.

-¿Por qué lo dices? – Pregunté curioso.

-Porque es el lugar más cercano, además todos los que salen de aquí, quedan allá. – Expreso seguro.

-Entonces… espero verla. – Dije con ansiedad.

-Se que tendrás suerte, hermano. – Acoto Kevin.

-Eso espero. – Dije.

Metí mi mano en el bolsillo de mi saco y saque su brazalete. Todavía lo conservaba conmigo. La sentía más cerca.

Narra Emily:

Cuando llegue a New Jersey después de aquel accidente, todo cambio para mí. Era una ciudad mucho más segura y acogedora. Más fácil para tener una buena vida. A pesar de todo, no podía evitar pensar todas las mañanas al abrir los ojos en Nicholas. Nadie lo sabia, pero cada noche soñaba con el. Había dejado un gran vacio en mi, y se que jamás nadie podía llenarlo, solo el. Aunque había comenzado una nueva relación amorosa, nada era comparado con lo que tenia con el. Michael no me hacía sentir como Nick lo hizo. Era muy diferente. Michael era una muy buena persona, me ayudo desde que llegué. Lo quería mucho, pero no estaba segura de estar enamorada de el. Lo conocí gracias a Victoria. La primera chica y ahora mejor amiga que me ayudo en todo. Gracias a ella podía vivir bien. Me había conseguido un gran trabajo. Escribía para una revista historias de amor. Ganaba bien, estaba muy conforme con lo que hacia. En New Jersey descubrí que tenía un gran talento para la escritura. Al ver aquel anillo en mi mano, me inspiraba aun más. Me recordaba muchos momentos y sensaciones hermosas. Tenía todo muy bien guardado sobre mi historia de amor con Nicholas. Poco le había contado a Victoria. Quería que eso quedara solo entre nosotros dos…

Esa noche Michael llego con un ramo de rosas entre sus manos. Me lo dio y lo mire sorprendida. No entendía de qué se trataba todo esto… hasta que se arrodillo ante mí, y saco una joya. Me pidió lo que ya se imaginan… que me casara con el. En ese instante millones de recuerdos se mezclaron en mi cabeza… me detuve a pensar un segundo. No encontraba una respuesta…

¡Hola! Perdón si este capitulo es un poco corto, pero fue todo lo que pude escribir para describir el comienzo de una nueva etapa en la novela. Como ven, fueron bastantes cambios, y estos le proporcionan a la historia más pasión, más misterio y emoción. Es por eso que decidí darle un pequeño giro. Espero que les guste... Besos a todas, y muchas gracias por leer y comentar.

Evi.

viernes, 6 de mayo de 2011

Capitulo 21.


Capitulo 21:

Narra Nick:

Culpa de Ludwig las cosas habían surgido totalmente mal. Lo único bueno fue que pudimos sacar a Kevin de allí. Pero ahora teníamos a todos atrás nuestros, buscándonos. En cualquier momento nos encontrarían. Ahora si que no encontraríamos una solución fácilmente. No sería nada fácil huir rápidamente de todo. Las únicas salidas para escapar estaban custodiadas por ellos, no nos permitirían irnos.

-¿Qué haremos ahora, Nick? – Pregunto Emily intranquila.

-No lo sé, Emi. Ahora si que no encuentro una solución. – Conteste triste.

Ella se aferro a mí con fuerzas. Trataba de calmarla, pero ni siquiera yo podía fingir que estaba tranquilo. Llegamos hasta un descampado. El auto ya no tenía gasolina. Así que Kevin bajo a cargar un poco más. Lo hizo rápidamente, y así seguimos nuestro camino.

Lugo de unos minutos de conducir, notamos que ya nos habían encontrado. Un auto nos estaba siguiendo. De alguna manera teníamos que hacer que nos perdieran de vista. Kevin comenzó a conducir a mayor velocidad intentando que nos perdieran el rastro. Todo fue absolutamente rápido. No hubo tiempo de detener nada. Ante una mala maniobra, chocamos contra una construcción abandonada. Sentí un súbito dolor en mi pie. Estaba atorado entre una cavidad del auto. Kevin y Joseph no respondían. Emily estaba totalmente lucida e intentaba ayudarme desesperada. Pero no podía hacerlo. Ellos ya se estaban acercando. Deje de pensar en mi futuro por un momento, y pensé en el de ella. Tenía la oportunidad de escapar de todo, y debía hacerlo. Yo podría salvarme solo de todo esto. Ya no quería que fuera parte de todo este desastre.

-Linda, ven aquí. Rápido. Voy a pedirte algo. – Dije.

-Si mi amor, pídeme lo que quieras. – Contesto entre lágrimas.

-Corre. Vete ya. Toma tu bolso y corre, sal de aquí. A ti ya no te buscan. Solo nos quieren a nosotros. Te prometo que estaremos bien. – Exclame con la voz débil.

-No Nick, no quiero irme, voy a quedarme contigo. – Insistió.

-Emily ¡Vete ahora! – Ordene. – Sálvate. Por favor, te lo ruego. – Pedí desesperado.

Ella se acerco lo más posible hacia a mi. Me abrazo como pudo, y me beso con pasión. Sentí sus labios. No quería olvidar su sabor. Sentí su respiración, no quería olvidar su ritmo. Sentí su perfume, no quería olvidar su aroma. Sentí su voz, no quería olvidar aquel sonido tan angelical. Y sentí el amor… aquel que ella me había regalado, y era lo mejor que tenia.

-Te amo Emily. Te amo con todo mi corazón. – Dije al borde de las lágrimas.

-Te amo aun más Nick. – Dijo ella.

Grabe esas palabras en mi memoria. No quería olvidar jamás todo eso… tal vez era la ultima vez que la veía.

Narra Emily:

En esos momentos no estaba muy consiente de todo lo que hacia. No sabía si correr o quedarme. Pero Nicholas me lo había pedido de tal manera, que algo en mi decía que debía obedecerlo. Así que corrí con prisa. Corrí llevando todo el dolor del mundo. Corrí derramando un mar de lágrimas. Corrí pensando en el, en cada uno de los momentos que me había dado. Era lo único que daba vueltas en mi mente. No podía pensar a donde iría… que haría con mi vida después de todo. ¿Cuanto debería esperar por Nicholas? Mi respiración estaba demasiado acelerada, y ya no tenia fuerzas para seguir avanzando con rapidez. Me deje caer sobre el húmedo suelo de aquel bosque… Posé mi cabeza y cerré mis ojos lentamente. Mientras me desasía en dolor y en lágrimas. Nada ni nadie podría llenar este vacio de no tener a Nicholas conmigo…

miércoles, 4 de mayo de 2011

Capitulo 20.


Capitulo 20:

Narra Nick:

Cargamos todas las cosas en el auto. Joseph y yo nos vestimos con los trajes para poder adentrarnos sin sospechas, y nos dirigimos hacia aquel lugar donde estaba Kevin. Le di todas las indicaciones necesarias a Emily. Se que ella lo haría bien. Se quedaría dentro del auto, sin que nadie pudiera verla, y cuando nos vea llegar debía ponerlo en marcha para escapar rápidamente.

-Ten mucho cuidado, linda. – Dije antes de dejarla allí.

-Cuídate Nick, por favor. – Pidió. – Te amo. – Concluyo.

-También te amo, me cuidaré, lo prometo. – Exclame. Le di un delicado beso en la mejilla y me aleje del coche.

Cuando llegamos a la entrada del lugar, observamos con cautela, y comenzamos a ingresar con mucho disimulo. Afortunadamente todos estaban un poco distraídos, y nadie noto que no pertenecíamos allí.

-¿A dónde esta Kevin? – Cuestiono Joe.

-No lo sé. Si lo supiera ya lo hubiéramos sacado de aquí. – Dije.

Recorrimos un poco el lugar hasta que escuchamos una conversación muy interesante. Le estaban asignando a uno de ellos, que debía cuidar que Kevin no escapará. Le estaban entregando un par de llaves. Así que comenzamos a seguirlo silenciosamente. Cuando abrió una puerta, y se adentro allí. Era una especia de sótano, estaba todo muy oscuro. Lo seguimos por ahí también. Hasta que encendió una luz y se vio una celda. Ahí estaba mi hermano. Al fin lo encontrábamos. Sin hacer ruidos, nos posamos detrás del hombre, y lo dejamos inmóvil rápidamente. Le quite la llaves, y abrí la celda donde estaba Kevin. Salimos de allí apresuradamente.

Narra Emily:

Que Nick y Joe entraran me ponía demasiada nerviosa. Era muy peligroso lo que estaban haciendo. Mientras los esperaba, las horas se me hacían años. Hasta que sentí a alguien abrir la puerta del coche. Gire mi cabeza para observar quien era, y me encontré con mi peor pesadilla en persona. Ludwig. Me miro con una sonrisa maléfica.

-Preciosa, nos volvemos a ver. ¿Cómo has estado después de todo? – Preguntó irónicamente.

Mi corazón comenzó a palpitar apresuradamente, el miedo había avanzado apoderándose de mi cuerpo entero que también había comenzó a temblar lentamente.

-Así que tu y tu novio y el tarado de su hermano vinieron a salvar a Kevin… - Dijo.

-Vete de aquí. – Ordene ingenuamente.

-Me iré contigo. Claro. – Aseguro.

Cuando puse mi mente en frio para pensar una solución, Ludwig ya me había sacado del auto, y me llevaba contra mi voluntad adentro de aquel lugar. Había puesto mis manos detrás de mi espalda y me llevaba de ahí. Comencé a moverme para que me soltará pero el no lo hacia.

-¿Pensaste que se saldrían con la suya? – Cuestiono. – Pues pensaron mal. A nosotros nadie nos gana. – Concluyo.

-Ya ¡suéltame! Eres un idiota, vete al diablo maldito. – Grité con bronca.

-Cierra la boca. No quieres terminar muerta ¿cierto? – Advirtió.

-¡Suéltame! – Grité aun más fuerte. Con la intensión de que los chicos escucharan mis gritos y pudieran ayudarme.

Narra Nick:

Escuche la voz de Emily. Sus gritos venían desde la entrada principal del lugar. Ya casi llegábamos allí. Me desespere. Algo malo estaba ocurriendo. Me aleje corriendo de mis hermanos y ellos me siguieron por detrás. Hasta llegar adonde estaba Emily. Ludwig la sostenía contra su voluntad, evitando que escapara de sus brazos.

-¡Déjala ir! – Ordené.

-¿Qué me darás a cambio? – Preguntó el idiota. – Yo solo quiero a esta chica. – Concluyo.

-Suéltala Ludwig. – Insistí. – Es la última vez que te lo pediré de buena manera. – Advertí.

Pero antes de que el pudiera responder, Kevin le disparo por detrás con un arma que había sacado de ahí adentro. Creo que no era un arma mortal. Si no solo esas balas que te lastimaban y te inmovilizaban por unos minutos. En ese instante Emily corrió a mis brazos asustada por todo lo que estaba ocurriendo.

-¿Estas bien? – Pregunté.

-Si si, estoy bien. – Contesto.

Regrese a abrazarla con fuerzas, y al instante salimos corriendo de allí, porque nos estaban rodeando. Subimos al auto rápidamente, y Kevin comenzó a conducir… buscando una salida para escapar.

lunes, 2 de mayo de 2011

Capitulo 19.




Capitulo 19:

Narra Emily:

El celular de Nick sonaba fuertemente una y otra vez. Abrió los ojos lentamente, y atendió. Parecía una urgencia. Era de parte de Joe. Cuando termino de hablar me miro con preocupación. Y me di cuenta que algo malo estaba sucediendo.

-¿Qué ocurre? – Pregunte rápidamente.

-Mi hermano… descubrieron a Kevin. Creo que fue Ludwig quien lo delato… en realidad… fue el. – Dijo desconcertado.

Mi corazón se detuvo por un segundo. Ahora si que estábamos metidos en problemas.

-No… no puede ser. – Susurré. - ¿Qué haremos ahora? – Cuestione con preocupación.

-No lo sé. Ir a casa, sacar a Kevin de ese lugar, y escapar. Es la única opción. – Explico.

Luego de eso nos preparamos rápidamente, subimos al auto, y Nicholas condujo hacia casa. Ahora debíamos tener más cuidado que antes. Éramos la familia de Kevin, y por lo tanto, también estábamos metidos en el problema. Cuando llegamos, solo estaba Joseph, también muy preocupado. Dijo que Kevin estaba en la central donde trabajaba, y que no lo dejaban salir de ahí porque Ludwig lo había delatado. Y no podía defenderse, porque todo coincidía a la perfección.

-¿Sabes lo que difícil que será sacar a Kevin de ahí? – Cuestiono Nick. – Está lleno de personas, no podremos hacerlo fácilmente. – Dijo.

-Pero lo tenemos que hacer. – Acotó Joseph. – Es nuestro hermano. – Dijo.

-Claro que lo haremos. Lo vamos a sacar de alguna manera. – Concluyo Nicholas.

Yo estaba entre ellos dos y escuchaba atentamente todo lo que decían. No sé que harían, pero podían contar conmigo para cualquier forma. Quería mucho a Kevin, y tenia que ayudarlo de alguna manera. Seguramente Nick y Joe tramarían un buen plan. Pues son dos hombres muy inteligentes.

Narra Nick:

Ahora mi mente solo estaba pensando algo para sacar a Kevin de todo el problema. No sería para nada fácil, lo tenía muy en claro. Introducirse en ese lugar, y además, buscar a una persona, era algo muy complicado. Pero era mi hermano, y tenía el deber y la necesidad de ayudarlo como sea.

Pensé algo que creo que serviría. Digo, era un buen comienzo. Recordé que Kevin tenía en su ropero varios trajes de los que usaban los que trabajaban allí. Eran totalmente negros, y tenias que llevar una gorra también. Supuse que así sería más fácil entrar al lugar.

Lo fui a buscar rápidamente y se lo mostré a Joe. El también opino lo mismo. Era perfecto para ingresar.

-¿Qué puedo hacer yo para ayudar? – Preguntó Emily ofreciendo su ayuda.

La verdad era que no la dejaría ingresar con nosotros ahí adentro. Era muy peligroso. Tampoco la dejaría sola en casa, porque podría pasar cualquier cosa. Pero decidimos que ella se quedaría en el auto. Y cuando nosotros saliéramos de allí lo pondría en marcha rápidamente, y así escaparíamos más rápido.

Comencé a preparar todo lo necesario para cargar en el auto. Percibía que después de rescatar a Kevin, no regresaríamos a casa. Escaparíamos de una vez por todas de aquel pueblo.

-Prepara todo lo necesario para ti. – Dije a Emily.

-Ya tengo mi bolso listo. – Dijo. – Espero que todo salgo bien Nick. Esto es muy peligroso… - Exclamo con un poco de temor.

-Todo va a salir bien. Sacaremos a Kevin, y luego nos vamos de aquí lo más rápido posible. – Explique.

-Lo sé, pero ¿Cómo haremos para salir? – Preguntó. – Todas las salidas que tiene este pueblo están custodiadas, no será fácil, Nick. – Expreso.

-Saldremos sea como sea. Confía en mí. Tú estarás bien. – Dije intentando calmarla un poco.

Luego la abrace y sentí que la amaba más que nada en este mundo. Era la única persona que me daba energía para seguir con todo esto. Lo único que quería, era salir de todo esto, y poder vivir tranquilamente. Amarla como debía hacerlo. Hacerla feliz todos los días de mi vida, y entregarle lo mejor, porque es lo que ella merece.

sábado, 30 de abril de 2011

Capitulo 18.


Capitulo 18:

Narra Emily:

Suspire levemente mientras descansaba sobre el pecho de Nicholas. Sentí su corazón, y sus manos acariciándome el cabello. En el aire flotaba un clima tan romántico. Todo estaba perfectamente bien. Tenia una sensación tan hermosa que nunca antes había sentido, que me invadía por completo. Había atravesado uno de los momentos más importantes de mi vida, junto al hombre indicado, el elegido, al que más amo en el mundo. Nunca me arrepentiría de todo esto.

-¿Cómo te sientes, linda? – Pregunto Nick en un susurro.

-Siento que soy la mujer más feliz del mundo. Y es por ti, mi amor. – Exprese con suma franqueza.

-Yo también lo soy. – Dijo. – Te amo tanto. – Acoto con ternura mientras me rodeaba con sus brazos y me hundía aun más en su pecho.

-También te amo. – Musite con dulzura.

Luego estiro un poco su brazo y tomo una caja no tan pequeña, entre sus manos. La misma estaba rodeaba por una cinta delicada, y al quitarla, podía abrirla y ver su contenido.

-Esta es otra sorpresa. – Dijo.

-¿Aun hay más? – Cuestione sorprendida. Y acto seguido el me entrego esa caja. Le quite la cinta que la rodeaba, y luego la tapa. Al observar lo que había ahí adentro, lo primero que halle fue una foto nuestra que nos habíamos tomado en su terraza. De fondo estaban las estrellas que iluminaban la noche ese día. Había otras fotografías más de diferentes ocasiones, todas muy bonitas. Luego hallé un pequeño trozo de la corteza de un árbol. Tenia grabado “Emily y Nick” Y recordé el día en que Nicholas lo escribió allí.

[Flash back]

Estábamos en una de las plazas de la ciudad. Descansando juntos, bajo un enorme árbol que nos proporcionaba una tranquilidad indescriptible. Nicholas se puso de pie y comenzó a buscar una péquela roca que sirviera para tallar nuestros nombres. Cuando la encontró, se acerco al árbol y lo hizo. “Emily y Nick”, escribió. Yo reí. Siempre quise que alguien hiciera eso. Me parecía tan dulce…

[Fin flashback]

-Recuerdo ese día. – Dije mientras seguía observando nuestros nombres tallados ahí. Luego lance una breve carcajada. Era tierno y gracioso que Nick lo haya quitado del árbol solo para regalármelo.

Luego hallé una cadenita. Me di cuenta que era una de las cuales el solía usar usualmente. Me la estaba entregando para que la llevara siempre conmigo. Y así sería.

-Linda, se que es un poco raro este regalo… pero son algunos recuerdos que quiero que conserves tu. – Explico el.

-¿Raro? Es el regalo más lindo que hay. – Dije

Y la verdad si lo era. Todas esas cosas tenían un gran significado para mí. Y las quería llevar conmigo siempre. Las fotos, la cadenita, el trozo de árbol… absolutamente todo. Y lo último que encontré allí adentro fue un pequeño papel que estaba escrito por Nicholas. “Nunca olvides cuanto te amo. Nick”. Eso era lo que decía ahí.

Narra Nick:

Había preparado todo eso para ella. Emily siempre me hacia sentir tan especial. Y como regalo le prepare todas esas cosas que definitivamente la hicieron feliz. Podía notarlo en su sonrisa que no se borraba en ningún momento. En ese momento, ella se quito uno de los brazaletes color plata que llevaba.

-No tuve tiempo de preparar nada para ti. – Dijo y rio. – Pero quiero que tú conserves esto siempre. – Expreso colocando el brazalete en mi muñeca.

-Gracias, nunca me lo voy a quitar. – Dije y le proporcione un breve beso en sus labios.

-Es muy importante para mi… fue una de las pocas cosas que me quedaron de mi madre. – Conto.

-Lo cuidare muy bien. Confías en mí. – Aseguré.

-Claro que confió en ti. – Contesto y regreso a besarme fugazmente.

Todos estos lindos momentos quedarían guardados para siempre en mi memoria. Ninguna otra mujer me hacia sentir de la misma manera que ella. Era lo mejor que tenia. Y nunca quería perderla.