lunes, 28 de marzo de 2011

Capitulo 4: Dulce hogar.


Capitulo 4:

Narra Nick:

Espere a que terminara de juntar todas sus cosas, y luego subimos al auto. No sé como mis hermanos reaccionarían al ver que traía una chica a estar un tiempo con nosotros, al menos hasta que las cosas se calmaran un poco. Se que debíamos estar lo más cerca y juntos posible. Aunque al principio dude en llevarla conmigo, solo por la reacción de mis hermanos, segundos después mi conciencia me decía que lo hiciera. Así sumaria unos cuantos puntos en nuestro trato, y estaría muy cerca de una posible relación de noviazgo entre nosotros.

-Emi, lo que menos quiero es que te sientas incomoda entre nosotros. Si ocurre algo, solo dímelo. – Dije entablando un gran lazo de confianza.

-Si, gracias Nick. No puedo quejarme de nada. Estas haciendo mucho por mí. - Contesto.

-Todo lo que hago, tiene sus motivos. Si te traigo a mi casa, es para asegurarme que estés bien. – Exprese con sinceridad. Ella sonrió tímidamente. – Bueno, aquí llegamos. Déjame ayudarte con tus cosas. – Dije cambiando rápidamente el tema.

Bajamos del auto, nos acercamos a la entrada de casa, y abrí la puerta dejándola pasar primera. El primero que nos vio llegar fue Joe. El siempre tenia buenas reacciones, de alguna manera, casi todo le venia bien. Dejo lo que hacia, y se acerco a saludar a Emily.

-Joe, Emily estará aquí un tiempo. La traje porque el lugar en el cual vivía no era seguro. Y ya sebes todo lo que puede pasar… - Conté.

-Si. Me parece muy bien lo que hiciste. Bienvenida a casa, Emily. – Respondió Joe con cierta alegría.

-Y por cierto… ¿Dónde esta Kevin? – Pregunte curioso.

-No lo sé. Últimamente esta muy raro. –Contesto Joseph.

-Después hablaremos de eso. – Dije. – Emi, sube las escaleras, te mostrare tu cuarto. – Propuse. Y ella acepto con gusto.

Narra Emily:

Era consiente que ir a vivir con cuatro jóvenes, tenía su lado un poco loco. Y que tal vez llegaría ser mal vista por algunas personas. Pero eso no me interesaba. Si yo estaba ahí, solo era porque es un lugar mucho más seguro, además de estar mejor acompañada. Deje mis cosas en el cuarto, y mientras me instalaba allí, Nick se fue a comprar algo para comer. Cuando termine, baje las escaleras hasta el living, y me di cuenta que Nicholas todavía no había regresado. Solo había un chico allí y era Ludwig, el amigo de Joe. Dio media vuelta para observarme, y sentí que me desnudaba con la mirada. Realmente me sentí incomoda. Puso un gesto de alegría en su cara al verme, y al instante dijo algunas palabras.

-Hola… tu eres Emily ¿verdad? La chica linda que estaba con Nick hace unos días. – Dijo. – Es un placer verte aquí. – Acoto.

-Hola, Ludwig. Si, soy Emily. – Conteste. – Ahora viviré un tiempo con ustedes, espero que no te moleste. – Dije para no dejar aquel vacio incomodo.

-No claro que no molestas. Hace falta un poco de belleza femenina en esta casa tan masculina. – Expreso.

Sonreí incomoda, y esta vez si estuvo presente aquel silencio incomodo, cuando no encuentro las palabras exactas para responder, y no sé que decir. El interrumpió preguntando que quería hacer. Le dije que esperaría a Nicholas, pero el insistió y me invito a sentarme junto a el en el living, para conversar un poco. La verdad, no sé porque rayos acepte. Era un chico lindo físicamente, pero tenia algo que me causaba rechazo. No puedo expresar exactamente lo que era, solo que veía algo malo en el.

En un momento creo que se había acercado demasiado hacia a mi, y había posado su brazo en mis hombros, como si fuéramos amigos desde hace años. Y tan solo acabamos de conocernos hace unos pocos días. Antes de que pudiera decir algo ante esa situación, Nick llego a la casa. Lo miro a Ludwig amenazante. Y el chico se separo inmediatamente de mí. Pero no se quedo callado.

-¡Nick! No me dijiste que traerías a una chica tan hermosa a vivir con nosotros. De no ser así, al menos me hubiera un puesto un poco más formal para darle una digna bienvenida. – Exclamo Ludwig.

Nick no respondió ante tal acto, y solo atino a correrlo de su camino, pues el lo estaba cubriendo. Al instante tomo mi mano, y me saco de allí, llevándome hacia la cocina.

-Veo que ya te cruzaste con Ludwig. – Dijo Nick algo serio.

-Si. Fue pura casualidad. En realidad el es un poco… un poco atrevido. – Exprese con total sinceridad.

-Eso iba a decirte, es muy atrevido con las chicas. No te acerques demasiado a el. Trata de mantenerte alejada. – Advirtió Nicholas. – Si te llega hacer algo, simplemente lo mato. – Agrego.

-Es que no es solo eso. Noto algo extraño en el. – Acote.

-A mi me pasa exactamente lo mismo. – Respondió el. – Nunca me cayó bien. Siempre quiere meterse con lo que es mío. – Dijo.

Yo lo mire y le sonreí tiernamente. Y el me devolvió aquella dulce sonrisa. Nuestras miradas se conectaron por un momento… y justo en aquel instante la casa apago sus luces, quedando totalmente a oscuras.

domingo, 27 de marzo de 2011

Capitulo 3: No te dejare sola.



Narra Emily:

Estaba acostada en mi cama, mis ojos se cerraban involuntariamente, cuando escuche a mi celular y lo tome contenta. Era Nick. Me olvide por unos minutos que tenía sueño.

Vía telefónica:

-Hola, Emi. – Dijo Nick.

-Nick… que raro llamando a esta hora. – Hable y reí levemente.

-Si, no podía dormir sin antes comprobar que estuvieras bien. – Expreso. – Y además desearte que duermas bien. – Concluyo.

-Gracias Nick, que tú también duermas bien. – Acote.

-Mañana iré a verte. Nos vemos, Emily. – Dijo finalizando la llamada.

-Nos vemos, Nick. Adiós. – Dije y di por terminada la conversación.

Deje el celular en mi mesa de luz, y regrese a acostarme para volver a conciliar el sueño. La sonrisa que tenia esa noche en mi cara, parecía imborrable. Como una boba enamorada. Amaba y odiaba estar así. Tenía cierto miedo de sufrir. Pero que más da. El que no arriesga, no gana. A la tarde siguiente salimos con Nicholas a pasear. Fuimos a caminar y a tomar unos helados que estaban realmente deliciosos. Todo iba bien hasta que vimos a unos tipos peligrosos bajar de varios autos. Era lo que iban a destruir toda nuestra ciudad. Ahora me daba cuenta que no faltaba demasiado para que comenzara la terrible guerra para quedarse con territorios que no eran de ellos. Entraron a una tienda, y comenzaron a destrozar todo lo que encontraban o estorbaba su camino. El miedo me paralizo por más de un segundo, pero Nicholas me tomo de la mano, y corrimos hasta su auto. Condujo apresuradamente hasta mi casa, y nos bajamos allí.

-¿Estas bien? – Pregunto el preocupado.

-Si. Eso creo. Me asuste. – Respondí aun desconcertada por lo que había sucedido.

-Lo importante es que estamos bien. – Dijo.

-¿Qué sigue ahora? – Proteste. – Es horrible todo lo que esta pasando. Sacan a la gente de su casa, asesinan, destruyen, ¿Cómo voy a salir de todo este desastre? – Manifesté perturbada.

- No lo sé, Emily. Yo también me plateo lo mismo. Tengamos fe. – Expreso. – Ahora junta tus cosas, vamos a mi casa. – Propuso.

-¿Qué fue lo que dijiste, Nick? – Pregunte un poco confundida.

-Que juntes tus cosas, ven conmigo a mi casa. – Insistió.

-Nick… no lo sé. Están tus hermanos… esta ese tal Ludwig. No lo sé. – Dude.

-Por favor, ven. Soy tu amigo, no quiero dejarte sola aquí. Me preocupa. Allá con nosotros estarás mucho más segura, en serio.

Sonreí porque sentí que Nick estaba de alguna manera, interesado en mí. Y obtuve el placer que se siente cuando alguien se preocupa por ti, por tu seguridad.

-No quiero molestar. – Dije. – Pero si a ti te parece que es lo mejor, entonces iré contigo. – Respondí aceptando su propuesta.

Narra Nick:

Llevarla a mi casa era lo mejor que podía hacer por ella. Las cosas en la ciudad se estaban poniendo tensas, extrañas, y la situación era peligrosa. No podía dejarla sola en su casa, sin nadie que pudiera asegurarle un poco de confianza, de cuidado. Con mis hermanos y conmigo estaría mucho mejor. Me ponía muy contento saber que la tendría más cerca. Me sentía tan bien con ella, amaba pasar tiempo junto a Emily.

viernes, 25 de marzo de 2011

Capitulo 2: Que lindo es verte sonreír.


Narra Emily:

Cerca de las once de la noche, mientras me preparaba algo para cenar, sentí el sonido que de mi celular. Era un mensaje de texto y realmente me sorprendió. ¿Quién iba a mandarme mensajes de textos? Nadie se interesaba en mí. Finalmente lo leí y era increíblemente, de Nick. Decía así: “Hola. ¿Todo bien? Yo no puedo dormir. Soy Nick.” A lo cual respondí: “Si, todo bien. Preparando algo de cenar. Gracias por preocuparte”. Seguimos enviándonos mensajes durante una hora. Y el me dijo que mañana vendría a desayunar a mi casa. Sentía una gran emoción por eso, y además me ponía un poco torpe cuando se trataba de Nick. Era inevitable que no me gustara, era casi perfecto.

Después de cenar sola, me fui a dormir. Tenia que descansar, lo necesitaba. Era tanto el cansancio que traía, que cerré mis ojos, e inmediatamente logre quedarme dormida.

Al día siguiente me levante más temprano de lo normal, para prepararme para la llegada de Nick. Se que era solo un simple desayuno, pero de alguna manera, significaba mucho para mi. Al rato sentí que golpeaban la puerta. ¡Ya estaba aquí! Abrí con toda la normalidad posible, y solo atine a sonreír al verlo tan lindo parado frente a mi. Lo salude y otra vez me beso dulcemente la mejilla. Y me ruborice. Nuestros cuerpos apenas rozaron, y pude sentir su perfume tan masculino.

-Emily, vamos a desayunar al café que esta en el centro ¿Quieres? Yo invito. – Propuso Nick.

Fingí pensar un momento en su invitación, pero mi mente desde un principio decía que si. No quería que notara que el me gustaba. Me sentía poca cosa para un chico como el.

-Claro que si. – Acepte. – Como tú quieras. – Dije.

Nick sonrió. – Vamos en mi auto. – Dijo. Salimos hacia afuera, y abrió la puerta de su auto para que pudiera subir. Y desde allí condujo hasta aquel bar donde tomaríamos nuestro desayuno.

Narra Nick:

Cuando llegamos, nos sentamos en el lugar, y pedimos nuestro desayuno. Mientras tanto, conversábamos de muchas cosas. Ella era una chica bastante simpática. Sonreía seguido y era tan lindo ver esa sonrisa. Estábamos siendo muy buenos amigos, pero la verdad lo que yo buscaba, era ser algo más que amigos. Toda iba muy bien hasta que vi a Ludwig allí. Al verme, se acerco velozmente a saludarnos.

-Hola Nick. – Dijo sentándose junto a nosotros.

-Hola… Ludwig. – Respondí con un tono un poco desagradable. Estaba interrumpiendo mi cita.

-Y Nick… ¿No vas a presentarme a la chica linda? - Preguntó mirando a Emily.

-Si. Ella es Emily, una amiga. – Conteste. – Y Emily, el es Ludwig, un amigo de Joe, mi hermano. – Acote.

Ella extendió su brazo para saludarlo, pero el se puso de pie y le dio un beso en la mejilla.

-A las chicas siempre las saludo con un beso. – Exclamo como un típico chico “ganador”.

Emily sonrió y bajo la mirada hacia su desayuno. Note que Ludwig no hacia más que hacerla sentir incomoda.

-Bueno, Ludwig, ya puedes ir a casa. Seguro Joe te espera allí. – Dije para que se fuera.

-Si, tienes razón. Nos vemos en un rato. – Exclamo y se alejo de nosotros.

Ahora podíamos seguir como antes, conversando sin que nadie nos moleste o interrumpa.

-No le prestes atención. Es un chico un poco idiota. – Dije y reí. Ella también lo hizo.

Hablamos de un montón de cosas y temas. La confianza se sentía en más potencia. Y ella ya no se mostraba tan tímida como antes, ahora por fin pude sentir su voz hablar sin parar y segura de lo que decía. Después de desayunar, la deje otra vez en su casa, y nos pusimos de acuerdo para volvernos a ver en unas horas o al día siguiente. Pero si la llamaría por teléfono para seguir hablando. Cuando llegué a mi casa, desagraciadamente, me encontré con Ludwig. Y parecía que quería sacarme de quicio, era insoportable.

-Pareces tonto pero si que sabes elegir muy bien. – Dijo en tono de broma.

-¿De que hablas? – Pregunté seco.

-De la chica esta… Emily. Muy bonita, por cierto. – Expreso.

-Ah, hablas de ella. Es solo mi amiga. Pero si, es muy linda – Dije.

-¿Tiene novio? Podría conocerla mejor… - Exclamo con curiosidad.

-No. – Negué rotundamente. – Ni se te ocurra meterte con ella. Porque hay un chico que puede llegar a romperte la cara. – Advertí indirectamente. Lo mire desafiante y lo esquive sin decir más nada.

jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 1: Aquí y ahora.

Narra Emily:

Oí lo gritos de las personas que se hallaban abandonando sus casas por cuestiones dudosas. Era muy temprano en la mañana, y yo tan solo acababa de ver los rayos de sol que se colaban por aquella pequeña ventana en mi habitación. Suspire y mi corazón palpitaba más rápido de lo normal. Ya presentía aquella extraña sensación de que se acercaban sucesos extraños, sucesos desgarradores que tendrían lugar aquí, y ahora. En nuestra tierra. En nuestro mundo. Sin alterarme me quite mi pijama e inmediatamente me vestí para salir a la calle. La casa estaba silenciosa y me preguntaba porque estaba así. Finalmente revise cada una de las habitaciones y ¡Oh, sorpresa! Se habían ido sin mí. Claro. Debí saberlo. ¿Quién se interesaría por la vida de una pobre huérfana adolecente que solo sirve para fregar pisos y poner un poco de orden? Realmente no era un hecho inesperado. Muy dentro de mi tenia la certeza de que lo harían… irse de casa sin mí. Había llegado la hora de sobrevivir… sola. Siempre lo hice. Nunca tuve nadie a mi lado que se preocupara realmente por mí. Al menos me había quedado con la casa.

Salí afuera para no deprimirme en los suburbios de mi habitación. Me senté debajo del sol. A disfrutar de aquella luz que iluminaba resplandecientemente el día. Tomé un paquete de masitas que había comprado en el almacén más cercano y las consumí como mi desayuno. Gire para observar un poco más las cayes y el transito. ¡Si! El se acercaba hacia a mi. Con su peculiar forma de caminar, sus manos en los bolsillos del jean, aquellos rulos que le caían delicadamente en su rostro, y aquella sonrisa angelical que lo llenaba de brillo. Su nombre era Nicholas Jonas. Vivía a unas tres cuadras de mi casa con sus dos hermanos, Joseph y Kevin. Había hablado varias veces con ellos y siempre me agradaron demasiado. Pero con Nick era diferente. Cada vez que el se me acercaba sentía algo extraño en mi. Un sentimiento muy lindo, pero un poco raro. Esta vez me saludo y me dio un beso en la mejilla. Llegue a sonrojarme apenas, pero el no lo noto. Se sentó relajamente a mi lado y volvió a sonreír pero más tímidamente.

-Y bien… ¿Cómo estas Emily? – Pregunto el.

-Bien… al menos eso creo. – Respondí. - ¿Y tu como estas? – Pregunté.

-Yo estoy bien. – Contesto con una leve sonrisa. - ¿Quieres contarme que te pasa que no estas del todo bien? – Insistió.

-Nada… es solo que, la familia con la cual vivía se fue de la casa sin decirme nada. Me quede sola. – Conté con cierta tristeza que se reflejaba en mis ojos.

Nicholas me miro desconcertado. – Lo siento mucho. Seguramente ya se enteraron de lo que puede suceder aquí. – Dijo.

-¿A que te refieres con eso, Nick? – Pregunté confundida.

-¿No te lo dijeron? ¿En serio no sabes nada sobre todo esto? – Exclamo extrañado.

-Lo digo en serio. ¿Puedes decirme de que hablas? – Indique.

-Emily, la gente se va de aquí porque lo más posible, es que comience una guerra. Es por eso que nadie quiere quedarse. Ya no puedes confiar en nadie. Hay gente infiltrada entre nosotros, hasta aquel hombre que camina allí puede ser un terrorista que quiere matarnos. – Expreso Nicholas seriamente.

-Entonces todo es realmente grave. ¿Qué hay de los que no podemos irnos de aquí? – Acote.

-Debemos sobrevivir. Ten mucho cuidado ¿si? – Advirtió.

-Si. Lo tendré. – Conteste perturbada.

-Lo siento pero debo irme ahora. Toma, te dejo mi número de teléfono. Cualquier cosa que necesites llámame. ¿Si? – Indico. – Adiós. – Concluyo despidiéndose de mí.

Guau. Si que Nick era muy realista y tuvo el valor de decirme lo que verdaderamente estaba sucediendo. Era el único que había podido explicarme todo con detalles, a la única persona que entendí. Y aunque quede algo perturbada, después de todo, ya tenía noción de la realidad, y lo que posiblemente podría llegar a ocurrir.

Narra Nick:

Acabo de comprobar que si soy un idiota, con todas las letras. Fui un inútil al hablarle así. La deje sola y asustada. Ni si quiera le dije lo que debía decirle. Que quería invitarla a salir. Que aunque no la conocía demasiado me gustaba mucho. Al menos debí darle un abrazo. Fui un tarado. Llegué a mi casa un poco enojado conmigo mismo, pero me moleste más con Joe, mi hermano, al ver que había invitado a su amigo Ludwig a quedarse un tiempo con nosotros. No me agradaba en absoluto ese tipo. Escondía algo raro. Además hacia solo once meses que vivía en aquella ciudad. Ahora con la excusa de que los padres se habían ido de su casa, el estaba con nosotros. Y nunca pueden faltar las estúpidas ideas de Joseph. ¿Cómo se le ocurre invitarlo aquí? Espero que no se quede por mucho tiempo. No tengo las fuerzas suficientes para poder soportar a un idiota como Ludwig. Si en cuatro semanas no se va, creo que lo echare yo mismo.

Bueno chicas, acá les dejo el capitulo uno. Espero que les guste, estoy muy entusiasmada con esta novela, y tengo muchas cosas pensadas. MUCHAS GRACIAS por leer. Realmente lo valoro mucho que tomen su tiempo para leer mis novelas. Espero sus comentarios. GRACIAS♥

Evi Jonas


Trama


¡Hola! Soy Evi Jonas. Voy a comenzar una nueva novela, pero que solo contara con un máximo de 15 capítulos. Por cuestiones de tiempo personal. Espero que les guste. Es algo distinto, e interesante. Así como me gusta a mi: Amor, drama, acción y un poco de suspenso. Si la van a leer, por favor me dejan un comentario con su twitter, o me mandan un tweet a @EviJonaas así yo puedo avisarle cada vez que suba. Gracias.

La nueva guerra trae una gran oscuridad que se apoderara fuertemente de la ciudad. Las calles ahora estarán vacías, y el miedo invade a cada habitante que queda allí. Emily es una de las pocas personas valientes que tendrá el valor de intentar escapar de todo ese desastre desgarrador. Junto con Nick y sus hermanos se propondrán a descubrir la gran verdad oculta. ¿Lograra el amor de Emily y Nick iluminar el camino sinuoso que los llevara al cielo que tanto desean?