lunes, 6 de junio de 2011

Capitulo 35: FINAL.


Capitulo 35: FINAL.

1 mes después:

Narra Emily:

Todo lo malo por lo cual atravesamos juntos, quedo en el ayer. Aunque recuerdo perfectamente como fue sobrevivir en ese pueblo maldito, lleno de espantos. Quisiera poder olvidar todo eso, peor luego recuerdo que mi amor con Nicholas creció entre tantas cosas malas. Ahí fue cuando creí por completo que el amor puede vencer a todo lo que quiera opacarla. Cuando el amor es fuerte y real, no hay nada que pueda detenerla. Entonces puedo decir que definitivamente, sufrir y pasar por tantas situaciones, después de todo, valió la pena. No voy a olvidar la primera vez que hable con Nicholas, cuando me llevo a su casa y ahí comenzó a crecer el amor, luego vinieron momentos realmente feos, pero que juntos pudimos sobrevivir. No me arrepiento de nada, porque ahora estoy junto a el. Sintiendo sus besos, sus caricias, sus abrazos, sosteniendo su mano. Y cada mañana lo primero que veo es su rostro, su anatomía durmiendo a mi lado. Y eso es irremplazable. Todos los momentos junto a el fueron, son y serán especiales. Estamos abrazados a las orillas del mar, en una de las playas más bonitas, sintiendo la suave briza del viento que nos acaricia, y observando el precioso atardecer, tan romántico…

Nicholas me miro a los ojos fijamente, como siempre lo hacia. Transmitiéndome infinidades de cosas, que solo yo podía recibir. Acarició mi rostro, y me beso con la misma delicadeza de siempre.

-No puedo creer que ahora estemos aquí, solos, tranquilos, pensando solo en nosotros. – Dije.

-Yo te prometí que algún día podríamos amarnos en paz. Y mira… aquí estamos. – Expreso.

-Siempre creí en ti, siempre esperé este momento. – Exclame tranquila.

-Te amo demasiado, mi amor. – Expreso con sinceridad.

-Eres mi vida, y también te amo demasiado, lindo. – Dije amorosa.

El sonrió. Yo amaba que lo hiciera. Y luego volvió a besarme. Es inexplicable la cantidad de sensaciones hermosas que siento cada vez que sus labios se unen a los míos.

Narra Nick:

Los últimos meses eran completamente increíbles. Muchas veces pensé que estaba soñando, que solo era producto de mi imaginación. Pero afortunadamente era la más pura realidad. Todo se estaba concretando, y las cosas comenzaban a tomar el camino correcto. ¿Qué más puedo pedir en este momento? Tengo todo lo que más quiero, la mujer que más amo esta a mi lado. Eso me llena totalmente de felicidad, y ya no pediré nada más. Solo me esfuerzo por hacerla feliz todos los días de mi vida, y brindarle la mejor calidad de vida posible. Y ayudar cumplir todos nuestros sueños, juntos.

Nos pusimos de pie, y sostuve su mano. Ya era tarde para estar en la playa, la noche comenzaba a tornarse completamente fría. Así que comenzamos a caminar juntos, camino a nuestra propia casa, y hacia donde el destino quisiera llevarnos. Porque juntos o separados, la llama del amor siempre se mantuvo encendida. El fuerte sentimiento que sentíamos mutuamente jamás se quebró, siempre se mantuvo en pie. Y a pesar de los años, meses, días, horas, segundos o minutos, el amor siempre encontraba tiempo para seguir existiendo. Gracias a esos sentimientos tan hermosos, hoy seguimos vivos, son tan fuertes que pueden pelear contra todo. Y salimos adelante en los peores momentos solo porque el amor nos mantenía juntos, y fue más fuerte que todo.

Emily es la mujer de mi vida, la razón de mí existir. Cuando siento sus besos, sus caricias, sus abrazos, su voz, y su simple presencia a su lado, me siento en el cielo. Juntos podemos sentir que estamos en el cielo.

FIN.

¡Hola! Acá estoy, por última vez, subiendo el último capitulo de esta novela, que al principio solo tenia pensado realizar solo 15 capítulos. Pero a medida que avanzaba, cada vez tenía más lectoras, entonces decidí seguirla, hasta hoy. Por mi parte disfrute muchísimo escribiendo esto, en realidad, siempre disfruto cuando escribo. Si hago una próxima novela, les voy avisar. Por lo tanto, no me queda más que agradecerles por todo, por esperar, por leer, comentar, y estar siempre. GRACIAS a todas. Como cierre, les dejo este vídeo que hice yo misma, es breve, pero es un lindo cierre para la novela: http://www.youtube.com/watchv=sf2BtWfxTFE VÉANLO POR FAVOR, LAS VA A EMOCIONAR.

Gracias, otra vez.

Evi.

P/D: Pueden leer lo que escribo en mi nuevo blog, hablo de situaciones diferentes y sentimientos acá: http://www.believeeinyourseelf.blogspot.com/ :)




sábado, 4 de junio de 2011

Capitulo 34.


Capitulo 34:

1 mes después

Narra Nick:

Me siento tan feliz de estar aquí hoy. A punto de casarme. Ya estaba todo listo. Tenía mi smoking impecable, mis rulos bien peinados, todo listo. Pero lo que estaba en mejor estado era mi ánimo. No podía explicar la sensación que tenia al saber que unos minutos me uniría a la mujer que más amo en el mundo.

-No puedo creer que vas a casarte. Y… ¡antes que yo! – Bromeo mi hermano Joseph.

-Lo siento, no tengo la culpa de que seas pésimo en el amor… - Burle.

-Ok… pero yo estoy soltero. Tu no podrás salir con nadie más… - Dijo y rio.

-No me importa, yo amo a Emily. – Dije. – Y estoy muy feliz hoy. – Acoté.

-Solo bromeaba. Me alegro mucho por ti, hermanito. Suerte. – Dijo y me dio un abrazo alentador. Mies hermanos siempre me apoyaban, en todo m omento. Malos o buenos.

Narra Emily:

Me sentía la mujer más feliz del mundo. Cuando Nicholas me pidió casamiento, no pensaba más que en estar junto a el para siempre. Nuestro amor es incomparable, nadie puede igualarlo. Con Michael todo fue totalmente distinto, no me producía nada el pensar en casarme con el. En cambio con Nicholas fue realmente emocionante, lo sentí dentro, quería gritar ¡Si quiero! Porque es lo que más deseo. Ahora estoy frente a un espejo, acomodando los últimos retoques de mi vestido. La gente y Nick ya están en la iglesia, esperando mi llegada. Estoy tan nerviosa… faltan solo minutos. No puedo esperar a verlo allí, debe estar más hermoso que nunca, todo un príncipe. Ahora si que mi sonrisa era imborrable.

-¿Estás lista? – Preguntó Kevin. El estaba allí conmigo porque me acompañaría hasta al altar. Decidí que fuera el, porque era como un hermano mayor para mí. Y no tenía a mi padre presente para que pudiera ocupar su lugar.

-Si, si. Quiero irme ya. – Exclame ansiosa.

-Entonces, vámonos. Recuerda estar tranquila, todo saldrá muy bien. – Dijo Kevin intentando calmar un poco mi ansiedad.

-Lo sé. Pasamos por tanto para llegar aquí… - Exclame melancólica. En ese momento Kev me dio un abrazo cálido, y me sentí mucho más segura de que todo saldría bien.

Luego subimos al auto que habíamos alquilado especialmente para llegar al casamiento. Era color blanco. Y un chofer nos llevo hasta la iglesia elegida. Cuando llegamos las puertas estaban cerradas, pero en cuanto Kevin dio la orden comenzaron a abrirse lentamente. Vi las caras de muchas personas conocidas. Pero lo que más me importaba, estaba allí, al fondo de la iglesia, esperándome. Pude ver como sus ojos se cristalizaban al observarme con amor. Y ni hablar de los míos… las lágrimas de emoción y felicidad amenazaban con rebalsar y salirse de mis ojos. Cada vez estaba más cerca. Caminaba lentamente, y finalmente llegué a lo que más ansiaba. Nicholas me sonrió feliz y acaricio mi rostro con delicadeza mientras yo dejaba caer una lágrima. Mientras el cura hablaba y decía sus palabras, Nick y yo nos mirábamos fijamente a los ojos. Podíamos hablarnos a través de la mirada. Finalmente llego el momento que más anhelaba…

-Ya pueden entregar los anillos. – Anuncio el cura. Primero era mi turno.

-Nicholas… amor, te entrego este anillo, como significado de mi amor sincero, y prometo serte fiel, leal, amarte y apoyarte en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la pobreza, todos los días de mi vida, hasta siempre. Te amo. – Dije con los ojos húmedos y le coloque el anillo en uno de sus dedos. Luego siguió su turno.

-Emily, amor de mi vida. – Dijo y tomo unos minutos para sonreír. Luego siguió con sus palabras. – Al entregarte este anillo, te doy testimonio de mi amor sincero, prometo serte fiel, leal, amarte y apoyarte en la salud, en la enfermedad, en la riqueza, en la pobreza, todos los días de mi vida, nadie va a separarnos. Te amo como a nadie, y prometo que nunca más volverás a estar sola. – Exclamo con sinceridad y me coloco el anillo.

-Ahora si, puede besar a la novia. – Comunico el sacerdote.

Nicholas me tomo del rostro y junto nuestros labios. Nos besamos con tanta pasión, amor, sinceridad, que nos sentimos realmente unidos para siempre. Nuestro amor contaba con una fuerza magnifica, e inexplicable. Algo que podía luchar contra todo lo que se interpusiera entre nosotros, y eso era fantástico. Nos sentíamos, en el paraíso, en el cielo.

jueves, 2 de junio de 2011

Capitulo 33.


Capitulo 33:

Narra Emily:

Me sentía un tanto mal. Aunque había recuperado a Nicholas, y Ludwig ya estaba en la cárcel, no quería ver a Michael triste. El me había brindado muchas cosas cuando estuve sola. Pero no podía seguir engañándolo. Además el no es ningún idiota, y se estaba dando cuenta de la realidad de las cosas, y ciertamente cuando le fui hablar, el ya sabía que era lo que iba a decirle.

-Ya sé que amas a Nicholas, Emily. – Dijo.

-Pero… yo jamás lo mencione. Nunca te conté sobre el. - Exprese.

-Lo sé. Pero Emily, cuando lo viste ese día que fue a casa, la expresión de tus ojos cambio, no lo sé, apareció repentinamente un brillo que nunca había observado. Y simplemente percibí que el era algo más que un viejo amigo. Y ayer, cuando hable con sus hermanos, me contaron un poco la historia. – Contó.

-Nunca tuve intenciones de engañarte, Michael. Perdóname. – Dije sincera.

-Emily, te quiero mucho. Sé feliz con Nicholas, lo mereces. A mí siempre me tendrás como tu amigo. No lo dudes. - Expreso comprensivo.

-Gracias Michael. Tú también te mereces ser feliz. – Exclame mientras le brindaba un cálido abrazo amistoso.

Y en ese momento mi alma se sintió totalmente libre para correr junto a Nicholas. La hora de ser felices había llegado, ya no me interesaba nada más. El era todo lo que amaba, todo lo que necesitaba para mantenerme viva.

Narra Nick:

Las cosas habían salido a la perfección. Y por fin comenzaban a transitar un camino libre de violencia, maldad, odio. Lo mejor de todo era que estábamos juntos, y no había ningún motivo para separarnos.

Luego de la clínica, la lleve hasta su casa. Donde rápidamente tomo algunas pertenencias, para irse conmigo. A mi vivienda propia. Yo ya no vivía con mis hermanos. Así que estaríamos solos. Cuando llegamos, bajamos del auto, y la invite a ingresar a mi casa.

-Mi casa, desde ahora es tu casa también. – Dije. Ella sonrió.

-Es muy linda. – Dijo mientras le ayudaba a entrar los bolsos.

-Me alegra que te guste, me costo un poco escoger una. – Conté.

-Esta es perfecta. – Aseguro.

Estaba tan ansioso. No podía esperar a que llegase la noche. Joseph ya había conseguido los anillos, no faltaba nada. El lugar elegido había sido el patio de mi nueva casa. Era ideal. Y lo mejor era que podíamos ver perfectamente las estrellas. Kevin me ayudo a preparar todo, mientras Joe distraía a Emily. Todo era una sorpresa. Al llegar la noche, le dije que se prepara ya que la llevaría a un lugar muy bonito. Cuando estaba lista, tomé su mano, y la lleve hacia al patio. Pude ver como cambiaba la expresión en su rostro cuando vio todo lo que había preparado solo para nosotros.

-Es increíble, Nick. – Dijo.

-Gracias. Sé que no es el lugar perfecto pero… - Exclame pero ella interrumpió.

-Donde tu estés para mi es perfecto. – Menciono tiernamente. Y la bese brevemente.

-Siéntate. Cenaremos aquí, y luego te daré una sorpresa. – Exprese pícaro.

Luego de todo, terminamos la cena, y llego el momento que más esperaba. Me arrodillé ante ella, y saqué la pequeña caja de mi bolsillo.

-Ya no quiero perder más tiempo, Emily. ¿Quieres casarte conmigo y ser mía para siempre? – Pregunté con todo la ansiedad del mundo. Ella se emociono rápidamente y contesto.

-Si, si, acepto Nick. Te amo como a nadie. – Dijo emocionada entre lágrimas y con una sonrisa. La abrace y luego la besé con todo el amor del mundo. Me sentía aliviado, feliz, pleno. Estaría a su lado, para siempre. Ya casi podía asegurar que nuestra historia, afortunadamente, tendría un gran final feliz.